Síndrome de eosinofilia felina

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Síndrome de eosinofilia felina

El síndrome de eosinofilia es un síndrome de producción continua y excesiva de eosinófilos (glóbulos blancos del sistema inmunológico) en la médula ósea, que es un trastorno de causa desconocida. Sin embargo, se cree que la causa de esta afección está relacionada con una reacción grave a un antígeno desconocido o una respuesta inmune alterada y el control de la producción de eosinófilos. Este es un síndrome multisistémico con eosinófilos que invaden tejidos y órganos con daño y disfunción secundarios. A menudo conduce a la muerte.

El daño orgánico se puede atribuir a los efectos de los eosinófilos y los eosinófilos, que se derivan de las citocinas, una proteína reguladora liberada por las células del sistema inmunológico. Los sitios comunes de invasión incluyen el sistema digestivo (especialmente los intestinos y el hígado), el bazo, la médula ósea, los pulmones y los ganglios linfáticos (especialmente los del abdomen).

Las áreas de infiltración menos comunes incluyen la piel, los riñones, el corazón, la tiroides, las glándulas suprarrenales y el páncreas. Los gatos de pelo corto de mediana edad son más propensos a esta afección, y las gatas tienen más probabilidades de desarrollar la afección que los gatos machos.

Síntoma

  • Cansado con sueño
  • Fiebre
  • Anorexia (anorexia)
  • Vómitos y Diarrea discontinuo
  • Pérdida de peso
  • Demacrado, demacrado
  • Edema de riñón y bazo
  • Engrosamiento intestinal pero sin dolor (puede ser extenso o segmentado)
  • Muchos bultos flotantes en el abdomen.
  • Picazón y convulsiones (rara vez sucede)
  • Enfermedad de los ganglios linfáticos ganglios linfáticos mesentéricos y posiblemente periféricos (ganglios linfáticos inflamados en el abdomen u otras áreas del cuerpo)
  • Daño extenso por granulomas eosinofílicos (inflamación de tumores tisulares) que involucran ganglios linfáticos u órganos internos.

Razón

Este síndrome tiene una causa indeterminada. Sin embargo, se cree que se debe a una reacción grave a un agente de fondo, como un antígeno no identificado, que puede incluir dos cepas diferentes del virus.

Diagnosticar

Las pruebas veterinarias incluyen pruebas de laboratorio estándar como hemograma completo, panel de química sanguínea, hemograma completo y análisis de orina. Deberá proporcionarle a su veterinario un historial médico detallado de la salud de su gato y la aparición de los síntomas. Otros diagnósticos incluyen aspiración de médula ósea o biopsia de células centrales y biopsia del órgano o tumor afectado. A menudo, los resultados de los análisis de sangre mostrarán un aumento en la cantidad de muchos tipos de glóbulos blancos, sobre todo leucocitosis (glóbulos blancos), basófilos y eosinófilos. Los resultados de estos análisis de sangre también indican anemia, y un análisis bioquímico puede revelar anomalías en el caso de disfunción orgánica.

Las imágenes de diagnóstico pueden ser útiles para determinar la extensión del daño orgánico. La radiografía de contraste, en la que se inyecta un agente de contraste en el área que se va a escanear, mejora la imagen de los órganos internos. Las radiografías pueden mostrar engrosamiento intestinal y anomalías en el revestimiento del intestino. Otros hallazgos pueden ser hiperplasia reactiva (agrandamiento anormal) de los ganglios linfáticos debido a infiltración de eosinófilos y fibrosis (conjuntiva fibrosa excesiva) y trombosis (presencia de coágulos de sangre) (sangre en las arterias) alrededor del corazón.

Tratamiento

Se aplicará un tratamiento a largo plazo para controlar o reducir los eosinófilos y el daño orgánico. Los niveles altos de anticuerpos de inmunoglobulina (la parte del suero que contiene anticuerpos) pueden responder bien al tratamiento con prednisona, un corticosteroide recetado para reducir la inflamación y conferir así un mejor pronóstico. Se ha demostrado que la prednisona reduce la reproducción de eosinófilos. En algunos casos, la quimioterapia puede ser apropiada para inhibir la síntesis de ADN y reducir la reproducción de las células. La invasión masiva de tejidos puede dificultar el tratamiento y, a menudo, conducir a un mal pronóstico.

Cuidar de

Su veterinario programará visitas de seguimiento con su gato para verificar el recuento de eosinófilos (esto no siempre es un signo de infiltración de tejido) y mielosupresión (actividad anormal de la médula ósea) (atenuada) si se usan medicamentos de quimioterapia. También se controlarán las manifestaciones clínicas junto con las anomalías físicas (como anorexia, fatiga, letargo, vómitos y diarrea).