Enfermedad inflamatoria intestinal causada por linfocitos y plasma en gatos
La gastroenteritis por plasma linfocítico es una enfermedad inflamatoria intestinal en la que los linfocitos y las células plasmáticas (anticuerpos) ingresan al revestimiento del estómago y los intestinos.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en gatos
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un grupo de enfermedades del tracto digestivo para las que se desconoce una causa específica. Se cree que los gatos siameses son más susceptibles a la EII.
Flebitis superficial en gatos
La flebitis generalmente es causada por una infección o un coágulo de sangre que conduce a la formación de un coágulo de sangre dentro de un vaso sanguíneo, que a su vez interfiere con el flujo de sangre en el cuerpo.
Leiomioma en gatos
Los tumores epiteliales del estómago y el tracto intestinal son tumores anormales, pero inofensivos y que no se propagan y surgen del músculo liso del estómago y el tracto intestinal.
Parásitos intestinales (Cryptosporidium) en gatos
Cryptosporidium es un parásito intestinal que generalmente se transmite al beber agua, alimentos o heces contaminados.
Infección parasitaria intestinal (por ejemplo, estrongiloidiasis) en gatos
La estrongiloidiasis es una infección intestinal poco común por el parásito Strongyloides tumefaciens, que causa nódulos marcados y diarrea.
Pérdida de proteína intestinal en gatos
Esta condición se llama enteropatía (la enteropatía es cualquier condición anormal que involucra los intestinos).
Torsión del bazo en gatos
La torsión del bazo puede ocurrir por sí sola o estar asociada con el síndrome de torsión gástrica, cuando el estómago de un animal se hincha con gas y se retuerce.
Inflamación de los tejidos blandos en la boca del gato.
La estomatitis es una afección en la que los tejidos blandos de la boca de un animal se inflaman y se inflaman. En la boca de un gato, esos tejidos blandos incluyen las encías y la lengua.
Efectos secundarios de los antidepresivos en gatos
Los trastornos de ansiedad son comunes en los gatos de interior. Los signos incluyen agresión, defecación fuera de la caja del inodoro, aseo personal excesivo e hiperactividad.