Síndrome eosinofílico en perros

6825

Síndrome eosinofílico en perros

El síndrome eosinofílico es un trastorno de causa desconocida, caracterizado por la sobreproducción de eosinófilos (glóbulos blancos del sistema inmunológico) en la médula ósea. Sin embargo, se cree que la causa de esta afección está relacionada con una reacción grave a un antígeno desconocido o con una respuesta inmune alterada y el control de la producción de eosinófilos. Este es un síndrome multisistémico con eosinófilos que invaden tejidos y órganos con daño y disfunción secundarios. A menudo conduce a la muerte.

El daño orgánico se puede atribuir a los efectos de los eosinófilos y los eosinófilos, que se derivan de las citocinas, una proteína reguladora liberada por las células del sistema inmunológico. Los sitios comunes de invasión incluyen el sistema digestivo (especialmente los intestinos y el hígado), el bazo, la médula ósea, los pulmones y los ganglios linfáticos (especialmente los del abdomen).

Las áreas de invasión menos comunes incluyen la piel, los riñones, el corazón, la tiroides, las glándulas suprarrenales y el páncreas. Esta condición es rara en los perros, pero la raza Rottweiler es susceptible.

Síntoma

  • Cansado con sueño
  • Fiebre
  • Anorexia
  • Vómitos y Diarrea discontinuo
  • Pérdida de peso
  • Demacrado, demacrado
  • Edema del hígado y el bazo.
  • Engrosamiento intestinal pero sin dolor (puede ser extenso o segmentado)
  • Muchos bultos flotantes en el abdomen.
  • Picazón y convulsiones (infrecuente)
  • Linfadenopatía mesentérica y posiblemente periférica (ganglios linfáticos inflamados en el abdomen u otras áreas del cuerpo)
  • El daño extenso de los granulomas eosinofílicos (inflamación de los tumores tisulares) está asociado con ganglios linfáticos y órganos internos.

Razón

Se desconoce la causa de este síndrome. Sin embargo, se cree que se debe a una reacción grave a un agente de fondo, como un antígeno no identificado, que puede incluir dos cepas diferentes del virus.

Diagnosticar

Las pruebas veterinarias incluirán pruebas de laboratorio estándar, como hemograma completo, panel de química sanguínea, hemograma completo y análisis de agua. Deberá proporcionarle a su veterinario un historial médico detallado de la salud de su perro y la aparición de los síntomas. Otros diagnósticos incluyen aspiración de médula ósea o biopsia central de las células y biopsia del órgano o área afectada. A menudo, los análisis de sangre muestran una mayor variedad de glóbulos blancos, sobre todo leucocitosis (glóbulos blancos), basófilos y eosinófilos. Los resultados de estos análisis de sangre también indican anemia, y un análisis bioquímico puede revelar anomalías en el caso de disfunción orgánica.

Las imágenes de diagnóstico pueden ser útiles para determinar la extensión del daño orgánico. La radiografía de contraste, en la que se inyecta un agente de contraste en el área que se va a escanear, mejora la imagen de los órganos internos. Las radiografías pueden mostrar engrosamiento intestinal y anomalías en el revestimiento del intestino. Otros hallazgos pueden ser hiperplasia reactiva (agrandamiento anormal) de los ganglios linfáticos debido a infiltración de eosinófilos y fibrosis (conjuntiva fibrosa excesiva) y trombosis (presencia de coágulos de sangre) (sangre en las arterias) alrededor del corazón.

Tratamiento

Se aplicará un tratamiento a largo plazo para controlar o reducir los eosinófilos y el daño orgánico. Los niveles altos de anticuerpos de inmunoglobulina (la parte del suero que contiene anticuerpos) pueden responder bien al tratamiento con prednisona, un corticosteroide recetado para reducir la inflamación y conferir así un mejor pronóstico. Se ha demostrado que la prednisona reduce la reproducción de eosinófilos. En algunos casos, la quimioterapia puede ser apropiada para inhibir la síntesis de ADN y reducir la reproducción de las células. La invasión masiva de tejidos puede dificultar el tratamiento y, a menudo, conducir a un mal pronóstico.

Cuidar de

Su veterinario programará visitas de seguimiento con su gato para verificar el recuento de eosinófilos (esto no siempre es un signo de infiltración de tejido) y mielosupresión (actividad anormal de la médula ósea) (atenuada) si se usan medicamentos de quimioterapia. También se controlarán las manifestaciones clínicas junto con las anomalías físicas (como anorexia, fatiga, letargo, vómitos y diarrea).