Linfoma en gatos

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Cáncer de células leucémicas en gatos

El linfoma es un tipo de cáncer que se origina en las células linfáticas. Como tipo de glóbulo blanco, los glóbulos blancos juegan un papel importante e indispensable en la defensa del sistema inmunológico del cuerpo.

Hay dos tipos de linfocitos: linfocitos B y T. El linfoma puede estar asociado con la proliferación tumoral de linfocitos T o B, o no B / no T, que se encuentran predominantemente en la médula ósea, los ganglios linfáticos y los órganos internos.

El linfoma es responsable de aproximadamente 90% cánceres de sangre y aproximadamente 33% de todos los tumores en gatos. Además, es la causa más común de hipercalcemia en gatos.

Síntomas y clasificación.

Los síntomas suelen ser variables y dependen de la forma anatómica de este tumor. A continuación, se muestran algunas formas de linfoma junto con los síntomas asociados en los gatos:

Patrón mediastínico (ocurre en el espacio entre los alvéolos / pulmones)

Forma digestiva (ocurre en el tracto gastrointestinal, abdomen, hígado)

Forma policéntrica (ocurre en los ganglios linfáticos)

Forma solitaria (forma única (puede ocurrir en cualquier posición)

  • Los síntomas dependen de la ubicación

Forma renal (ocurre en el riñón)

  • Anorexia
  • Vómitos
  • Débil
  • Micción frecuente y sed (diuresis y sed extrema)

Razón

Se cree que la incidencia de linfoma está relacionada con la exposición al virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). Los gatos infectados con cualquiera de estos virus tienen una incidencia de linfoma significativamente mayor que los gatos normales.

Diagnosticar

Deberá proporcionarle a su veterinario un historial completo de su gato y la aparición de los síntomas. El historial médico y los detalles que proporcione pueden brindarle a su veterinario pistas sobre qué órganos se ven afectados principalmente. Conocer el punto de partida puede facilitar la confirmación del diagnóstico. Una vez que se obtenga el historial inicial, el veterinario realizará un examen físico completo del gato. Las pruebas de laboratorio de rutina incluyen un hemograma completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina.

Los resultados de los análisis de sangre pueden mostrar anemia o la presencia de una cantidad anormalmente grande de linfocitos en la sangre periférica, una afección conocida como hiperplasia linfoblástica. Los linfoblastos son células inmaduras que se diferencian para formar linfocitos maduros; generalmente ocurren en la médula ósea, pero si proliferan incontrolablemente, pueden migrar a la sangre periférica, lo que lleva a una condición anormal conocida como hiperplasia linfoblástica.

Las pruebas bioquímicas pueden revelar niveles anormalmente altos de creatinina, nitrógeno ureico en suero, enzimas hepáticas y calcio. El análisis de orina puede mostrar niveles anormalmente altos de bilirrubina y proteínas en la orina. Los gatos enfermos también se someten a pruebas para detectar el virus de la leucemia felina (FeLV), que a menudo se asocia con linfoma. Su veterinario también usará imágenes de diagnóstico para ubicar el (los) tumor (s) y tomará radiografías de diferentes áreas del cuerpo, especialmente el área afectada. Una biopsia de médula ósea ayudará a confirmar el diagnóstico de manera definitiva.

Tratamiento

Es muy difícil curar la enfermedad y no existe un tratamiento universal para el linfoma. El objetivo principal es mejorar la calidad de vida del gato enfermo durante el mayor tiempo posible. Se puede usar quimioterapia y radioterapia, pero deberá consultar con un oncólogo veterinario para determinar si su gato es adecuado para este tipo de terapia. Dependerá del estadio del linfoma (temprano o avanzado), la edad del gato y la salud general del gato, entre otras consideraciones. Además, según el tipo y la etapa del linfoma, se puede realizar una cirugía en algunos gatos enfermos. Ésta puede ser una posible solución para algunos tipos de obstrucción intestinal y para extirpar tumores. La incisión quirúrgica también permitirá al veterinario recolectar una muestra del tumor para la evaluación de laboratorio.

Cuidar de

Desafortunadamente, no existe cura para esta enfermedad. La única solución en algunos casos es dedicar más atención a mejorar la calidad de vida del animal enfermo. Es importante controlar de cerca la ingesta de comida y agua de su gato mientras se encuentra en la fase de recuperación. El pronóstico de esta enfermedad es variable y depende de la respuesta al tratamiento inicial, el tipo de tumor, el tipo de tumor anatómico, el estado de FeLV y la carga tumoral.

Si está comenzando la quimioterapia, es posible que deba llevar a su gato para una evaluación periódica. Durante cada visita, su veterinario realizará análisis de sangre para determinar la respuesta al tratamiento y también para verificar el estado de cualquier complicación resultante de la implementación del tratamiento para que se puedan hacer las correcciones necesarias. Si se han recetado medicamentos de quimioterapia como parte del tratamiento en el hogar, asegúrese de seguir las instrucciones de cerca, ya que los medicamentos de quimioterapia son altamente tóxicos para la salud humana. Las precauciones básicas incluyen el uso de guantes de látex antes de darle medicamentos a su gato. Si se recetan analgésicos, utilícelos con cuidado y siga todas las instrucciones cuidadosamente, asegurándose de que todos los miembros de la familia estén familiarizados con el horario de dosificación; Uno de los incidentes más evitables con las mascotas es la sobredosis de drogas. Los tiempos de supervivencia varían ampliamente, desde unos pocos meses hasta menos de dos años.