Intoxicación por monóxido de carbono en perros

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Intoxicación por monóxido de carbono en perros

El monóxido de carbono es un gas inodoro, incoloro y no irritante que se produce cuando los combustibles de carbono no se queman por completo. Es potencialmente tóxico tanto para perros como para humanos. Las fuentes comunes de monóxido de carbono son las estufas de queroseno o propano sin ventilación, los motores de gasolina, los gases de escape de los automóviles o el humo de los sistemas de calefacción alimentados con carbón.

Cuando se inhala, este gas se absorbe fácilmente en el torrente sanguíneo, combinándose con la hemoglobina para formar carboxihemoglobina, lo que reduce la distribución de oxígeno al cuerpo y, por lo tanto, conduce a una disminución en la utilización de oxígeno en el cerebro y el corazón. La mayoría de los casos de intoxicación por monóxido de carbono en perros ocurren por error humano, como cuando se deja a un perro en un área cerrada donde se libera monóxido de carbono. Un perro que se deja en un garaje con un automóvil en movimiento puede estar expuesto a niveles tóxicos de monóxido de carbono en unos diez minutos. Los animales también estarán expuestos a niveles tóxicos de monóxido de carbono cuando estén atrapados en un edificio en llamas. La exposición prolongada al monóxido de carbono conduce a hipoxia y, finalmente, a la muerte.

Síntomas y clasificación.

Según la concentración y la duración de la exposición al monóxido de carbono, los síntomas pueden ser agudos o crónicos.

  • Dormido
  • Piel y membranas mucosas de color rojo cereza (p. Ej., Fosas nasales, labios, orejas, genitales), pero este efecto secundario generalmente se desconoce en la mayoría de los animales.
  • Débil
  • Cansado
  • Dificultad para respirar
  • Convulsiones
  • Aborto espontáneo en animales gestantes, especialmente aquellos en las últimas etapas de la gestación
  • Depresión
  • Sordo
  • Movimiento discreto
  • Comatoso
  • Muerto

Los síntomas de la exposición prolongada al monóxido de carbono incluyen:

  • Náusea
  • Niveles de ácido en sangre anormalmente altos (acidosis)
  • Vómitos
  • Tos
  • Síntomas similares a la gripe
  • Incapacidad para soportar el esfuerzo.
  • trastorno de la marcha

Razón

Exposición a cualquier fuente de monóxido de carbono, como:

  • Los combustibles de carbono no se queman por completo
  • Perro se queda atascado accidentalmente en un garaje cerrado con el motor del coche en marcha
  • Áreas mal ventiladas con cualquier fuente de monóxido de carbono (por ejemplo, chimeneas, hornos, barbacoas)
  • El horno no está ventilado
  • Calentador de agua a gas
  • Estufas que usan gas o queroseno
  • Estación de bomberos

Diagnosticar

El paso más importante hacia la intoxicación por monóxido de carbono es mantener a su perro alejado de la fuente del monóxido de carbono. La intoxicación por monóxido de carbono es una afección potencialmente mortal que requiere una intervención veterinaria inmediata. Su veterinario comenzará la terapia de oxígeno de inmediato para eliminar el monóxido de carbono de la sangre y devolver los niveles de oxígeno de su perro a la normalidad. Mientras el perro recibe oxígeno, su veterinario tomará una muestra de sangre para realizar pruebas de diagnóstico. Se realizará un hemograma completo, una prueba bioquímica, un análisis de orina y otras pruebas de fluidos corporales. Su veterinario también recolectará muestras para determinar los niveles sanguíneos de carboxihemoglobina. Establecer un nivel de monóxido de carbono en sangre es la prueba más útil para desarrollar un plan de tratamiento inicial.

El nivel de carboxihemoglobina aumenta en casos agudos y disminuye pocas horas después de que se haya eliminado la exposición a la fuente de monóxido de carbono. Los niveles de acidez en sangre también se determinarán durante los análisis de sangre, ya que los niveles de acidez tienden a aumentar en respuesta a esta afección y su valor determinará el diagnóstico y la respuesta médica adecuada. Otras herramientas de diagnóstico que puede usar su veterinario incluyen un electrocardiograma (ECG) para determinar si el corazón está afectado.

Tratamiento

Si sospecha que su perro ha inhalado grandes cantidades de monóxido de carbono, solicite ayuda veterinaria de inmediato. Mientras tanto, aleje a su perro de la fuente del gas tóxico, a un lugar donde pueda tomar aire fresco. Su veterinario comenzará un tratamiento de emergencia para restaurar el oxígeno adecuado a los órganos vitales. La suplementación con oxígeno puro 100% es el mejor método para iniciar una recuperación rápida. También se infundirán líquidos para mejorar la circulación sanguínea en órganos vitales como el cerebro, así como para normalizar el aumento de los niveles de ácido en la sangre.

Cuidar de

Mientras su perro se recupera de una intoxicación por monóxido de carbono, limite su actividad durante al menos seis semanas. En lugar de dar un largo paseo, dele a su perro un paseo corto. Las actividades de juego y ejercicio deben reducirse hasta que el perro haya recuperado por completo todas las partes de su cuerpo. Es probable que su perro necesite más amor durante este tiempo. Haga lo que pueda para mantener al perro tranquilo y relajado. Supervise a su perro para detectar cualquier síntoma recurrente y solicite ayuda si sospecha algún síntoma extraño en su perro. Se pueden observar síntomas neurológicos en algunos perros enfermos incluso en las semanas posteriores a la recuperación inicial. Si nota alguna anomalía en el sistema nervioso, llame a su veterinario para que le aconseje.

El monóxido de carbono es tan peligroso para ti como tu perro, así que usa un detector de monóxido de carbono en casa para evitar problemas posibles o repetidos. El factor humano es el factor preventivo más importante. Proteja a su perro de cualquier fuente de monóxido de carbono.