El pus se acumula en la cavidad torácica de los perros.

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Empiema en perros

El empiema ocurre cuando se acumula pus en la cavidad torácica (pleura) en respuesta a una infección. El pus está formado por glóbulos blancos (neutrófilos) y células muertas, que son la respuesta inmunitaria natural del cuerpo a las infecciones. En la etapa final, los glóbulos blancos mueren, dejando un líquido blanco amarillento, característico del pus.

El pus que se acumula en la cavidad torácica es diferente de un absceso, porque no crea una pared de tejido para evitar que las bacterias se propaguen. En cambio, el pus forma vesículas que conducen a la pleura, asustando la cavidad y deteriorando la función pulmonar.

Las infecciones bacterianas en la cavidad torácica pueden ingresar desde los pulmones o el esófago. Los perros a menudo contraen infecciones al inhalar objetos extraños como el crecimiento de la hierba (pelo en las puntas de la hierba) o por heridas punzantes en el pecho. Los sabuesos y las razas deportivas tienen más probabilidades de contraer la infección.

Esta enfermedad puede afectar tanto a perros como a gatos. Si quieres saber cómo afecta la enfermedad a los gatos, visita esta página Por favor.

Síntomas y formas de enfermedad.

Los síntomas comunes asociados con el empiema incluyen:

  • Tos
  • Cansado
  • Fiebre leve
  • Dolor o malestar en el pecho.
  • Pérdida del apetito (pérdida del apetito)
  • Pérdida de peso (a veces solo signos)
  • Aumentar o disminuir la frecuencia respiratoria.
  • Agotamiento después del ejercicio y recuperación lenta de energía.
  • Lesionado recientemente

Razón

La causa más común de empiema es una infección con las siguientes bacterias:

  • Bacteroides
  • Peptostreptococcus
  • Fusobacterium
  • Corynebacterium
  • Escherichia coli
  • Pasteurella
  • Estreptococo

Otras causas incluyen infección causada por bacterias y hongos, a menudo por agentes que se encuentran en el suelo; por ejemplo: actinomicosis, nocardiosis.

Diagnosticar

Deberá proporcionar a su veterinario un registro de la salud de su perro, así como cualquier síntoma e incidente que pueda haber provocado esta afección, como lesiones o traumatismo en el pecho que esté experimentando el perro.

Su veterinario realizará un examen físico completo, examinando el pecho de su perro para identificar celulitis o cicatrices. Su médico realizará un análisis de sangre, que incluye un análisis de química sanguínea, un hemograma completo y una prueba de electrolitos. Además, se enviará una muestra de pus de la cavidad torácica a un laboratorio para evaluación citológica (microscópica) y tinción de Gram, un procedimiento que hace que las bacterias sean más fáciles de ver al destacarlas entre la multitud.

Una muestra del líquido en la cavidad pleural se cultivará aeróbicamente y anaeróbicamente (bacterias que requieren oxígeno y no oxigenadas, respectivamente) y se examinará serológicamente para detectar la presencia de un agente fúngico. Si se sospecha S. lupi, puede ser necesario un examen del esófago.

Su médico también puede usar imágenes de ultrasonido y radiografías para examinar el interior de la cavidad torácica de su perro. Estas imágenes mostrarán líquido en la cavidad torácica y pueden mostrar fibrosis, atelectasia o tumor pulmonar.

Tratamiento

Los perros con esta enfermedad deben ser hospitalizados para recibir tratamiento. Pueden pasar de unos días a algunas semanas para descartar por completo la infección. Lo más importante es drenar el líquido de la cavidad torácica a través del tubo para curar la enfermedad. La caja torácica se enjuagará (a través del tubo torácico) cada seis a ocho horas con solución salina tibia y estéril.

Coupage, una técnica que implica una palmada rápida en la pared torácica, pero no con la fuerza suficiente para lastimar al perro, puede ayudar a eliminar los escombros de la cavidad torácica. Los cultivos bacterianos deben volver a cultivarse si la condición del perro no mejora.

Se debe alentar a los perros infectados a que se ejerciten suavemente (10 minutos cada seis a ocho horas) para promover la respiración y acelerar el proceso de recuperación. Si hay un absceso en el pulmón, endurecimiento del revestimiento de la cavidad torácica, torsión del lóbulo, pústulas extensas o si hay afectación mediastínica, está indicada la cirugía.

El médico recomendará una cirugía para extraer el cuerpo extraño si hay un cuerpo extraño en rayos X, ultrasonido, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (MRI).

Si su médico opta por realizar una cirugía de tórax, su perro será tratado con analgésicos y antibióticos para prevenir la infección de la incisión. El tipo de antibiótico puede variar según los resultados de las pruebas de sensibilidad y cultivo.

Cuidar de

Su veterinario programará citas de seguimiento mensuales para su perro después del alta, incluido un hemograma completo y radiografías para monitorear el progreso de la recuperación, ya que puede haber varias lesiones pulmonares en la cavidad torácica que no se han detectado debido a la formación de pus o líquido.

Los perros deben continuar tomando antibióticos durante al menos un mes después de que la infección haya desaparecido, o cuando los análisis de sangre sean normales o no haya acumulación de líquido en las radiografías del perro. Este régimen de antibióticos suele durar de 3 a 12 meses o más.

El pronóstico es bueno a bueno con la terapia antibiótica continua y el drenaje adecuado de la cavidad torácica. El nivel de ejercicio de su perro puede volver gradualmente a la normalidad durante un período de dos a cuatro meses.