Hipertiroidismo: exceso de hormona tiroidea en gatos

4994

Hipertiroidismo en gatos

El hipertiroidismo es una enfermedad que ocurre cuando la glándula tiroides produce en exceso la hormona tiroidea, que es una hormona que aumenta el metabolismo en el cuerpo. La glándula tiroides es una glándula que normalmente produce hormonas tiroideas en respuesta a los estímulos de la glándula pituitaria, la "glándula maestra" del cuerpo. La hormona tiroidea a menudo aumenta los procesos químicos que ocurren en las células del cuerpo, especialmente relacionados con el metabolismo; Sin embargo, en el hipertiroidismo, los niveles excesivos de hormonas ejercen presión sobre las células y el cuerpo para que se vuelvan hiperactivos, lo que lleva a un aumento del metabolismo pero a la pérdida de peso, ansiedad mental, diarrea y algunos otros síntomas.

No se ha documentado una predisposición genética al hipertiroidismo, pero es bastante común en los gatos. De hecho, el hipertiroidismo es la enfermedad hormonal (endocrina) más común en la población felina, y se observa con mayor frecuencia en gatos de mediana edad y ancianos. (La edad promedio según el estudio fue de aproximadamente 13 años de una vida útil de 4 a 22 años).

Síntomas y tipo de enfermedad

  • Pérdida de peso
  • Ávidamente
  • Apariencia cansada
  • Condición corporal débil
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Sed excesiva (polidipsia)
  • Aumento de la diuresis (poliuria)
  • Taquipnea (taquipnea)
  • Dificultad para respirar (disnea)
  • Latidos cardíacos acelerados; especialmente un latido cardíaco irregular conocido como "ritmo galopante".
  • Hiperactividad
  • Irritabilidad
  • Glándula tiroides agrandada, abultada como un bulto en el cuello
  • Uñas gruesas

Los gatos por debajo de 10% con hipertiroidismo se vuelven frígidos. Estos gatos presentan manifestaciones atípicas como anorexia, pérdida de apetito, depresión y debilidad.

Razón

  • Nódulos tiroideos hiperactivos (donde los nódulos tiroideos producen un exceso de hormona tiroidea más allá del control de la glándula pituitaria.
  • Cáncer de tiroides poco común
  • Algunos informes han demostrado una asociación entre el hipertiroidismo y los alimentos enlatados.
  • Cuanto mayor sea, más probabilidades tendrá de contraer la enfermedad.

Diagnosticar

Los signos de hipertiroidismo en los gatos pueden coincidir con los de insuficiencia renal crónica, enfermedad hepática crónica y cáncer (especialmente linfoma intestinal). Estas enfermedades se pueden prevenir sobre la base de los resultados de laboratorio de rutina y las pruebas de función tiroidea. Su veterinario realizará una serie de pruebas para llegar a un diagnóstico confiable.

La radiografía de tórax y la ecocardiografía pueden ser útiles para evaluar la gravedad de la miocardiopatía. La ecografía abdominal puede ser útil para detectar una enfermedad renal subyacente.

La gammagrafía de la glándula tiroides (una técnica de diagnóstico en la que se obtiene una imagen bidimensional de una fuente de radiación corporal mediante el uso de radioisótopos) se puede utilizar para diagnosticar el hipertiroidismo y localizar el tejido tiroideo anormal. Los niveles séricos elevados de T4 (tetrayodotironina) son el hallazgo más común y confirman el diagnóstico de hipertiroidismo. Sin embargo, en algunos casos, los niveles de T4 pueden estar en el rango normal, lo que dificulta el diagnóstico de hipertiroidismo. Esto es especialmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Si su gato muestra síntomas de hipertiroidismo pero los análisis de sangre no son convincentes, deberá volver a su veterinario para que le realicen más análisis de sangre.

Tratamiento

El tratamiento ambulatorio solo es necesario si se pueden usar medicamentos que inhiben la producción de hormona tiroidea. Pero la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides o el tratamiento con una forma radiactiva de yodo requerirán tratamiento y control hospitalario.

La tiroidectomía se realiza con mayor eficacia cuando solo se ve afectada una glándula tiroides, ya que la extirpación de ambas puede provocar hipotiroidismo. Otra posible complicación es que la glándula tiroides restante se estimula constantemente para que funcione.

El uso de yodo radiactivo se realiza de forma aislada en un área médica cerrada debido a la naturaleza del tratamiento que involucra radiación. Dependiendo de dónde viva y de las instrucciones de su médico, su gato deberá ser hospitalizado desde unos días hasta algunas semanas después de la radioterapia para eliminar cualquier material radiactivo restante del cuerpo del gato antes de devolvérselo a la familia. Una vez que traigan a su gato a casa, también deberá tomar precauciones adicionales para evitar reacciones tóxicas al agente de radioterapia. Los veterinarios aconsejarán sobre estas precauciones.

Los fármacos antitiroideos también pueden ser eficaces. Sin embargo, para mantener la vida del gato, también necesita medicamentos para controlar la actividad de la tiroides. En casos raros, el hipertiroidismo no tratado puede provocar insuficiencia cardíaca congestiva, que requiere atención hospitalaria intensiva de emergencia. Los gatos en esta condición necesitan proporcionar suplementos de proteínas junto con una dieta de fácil digestión para abordar la absorción deficiente de nutrientes pero las tasas metabólicas elevadas.

Una vez que se hayan resuelto los principales síntomas derivados de los niveles excesivos de hormona tiroidea en el cuerpo, no hay necesidad de ser demasiado estricto al cambiar la dieta. Sin embargo, estos cambios son necesarios para tratar o controlar complicaciones como el daño renal.

Estilo de vida y cuidado

Una vez que se inicia el tratamiento, su veterinario deberá volver a examinar a su gato para realizarle análisis de sangre y controlar los niveles de la hormona tiroidea T4 cada 2 a 3 semanas durante los primeros 3 meses de tratamiento. Luego, se ajustará la dosis para mantener los niveles de T4 en el rango normal bajo.

Si su gato se ha sometido a tiroidectomía, su veterinario deberá controlar de cerca la recuperación física de su gato. Los gatos deben ser examinados si aparecen complicaciones como niveles bajos de calcio o parálisis laríngea en las primeras etapas de la cirugía. Su veterinario también medirá los niveles de hormona tiroidea para verificar la recurrencia en la primera semana después de la cirugía y cada 3-6 meses a partir de entonces.