Aspergilosis en perros

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Aspergilosis en perros

La aspergilosis es una infección oportunista causada por el hongo Aspergillus, un moho muy extendido que se encuentra en todo el medio ambiente, incluido el polvo, la paja, la hierba cortada y el heno. Una “infección oportunista” ocurre cuando un organismo, que normalmente no causa enfermedad pero en este caso causa enfermedad, infecta al perro. Sin embargo, en el caso de la aspergilosis, se produce porque el sistema inmunológico de la mascota y / o el cuerpo están debilitados por alguna otra enfermedad.

Hay dos tipos de infecciones por Aspergillus, nasales y difusas. Ambos tipos pueden ocurrir en perros y gatos, pero son más comunes en perros. Los perros adultos con cabezas y narices largas (conocidas como razas dolicocefálicas) y perros con cabezas y narices de longitud media (llamadas razas mesatcefálicas) también son más susceptibles a la aspergilosis nasal. La infección diseminada por Aspergillus es común con Pastores alemanes.

La condición o enfermedad descrita en este artículo puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo afecta esta enfermedad a los gatos, visite esta página.

Síntomas y clasificación.

Hay dos tipos de infecciones por Aspergillus. La primera es la forma nasal, donde se identifica una infección en la nariz, los conductos nasales y los senos anteriores. Esta condición se desarrolla a partir del contacto directo con el hongo a través de la nariz y los senos nasales. Por ejemplo, si un animal está expuesto a un entorno polvoriento y corta hierba, el hongo puede entrar a través del revestimiento húmedo de la nariz. El segundo tipo de infección por Aspergillus es el Aspergillus difuso, lo que significa que se propaga a más áreas y no solo a la nariz. No se sabe con certeza cómo este hongo puede ingresar al cuerpo.

Los síntomas de la aspergilosis diseminada en perros pueden desarrollarse repentina o lentamente durante un período de varios meses, incluyen dolor espinal o cojera como resultado de una infección e inflamación de la médula ósea y los huesos del perro. Otros signos que no son específicos de la enfermedad incluyen fiebre, pérdida de peso, vomitando, y anoréxico.

Razón

La aspergilosis es una infección causada por el hongo Aspergillus, que se encuentra comúnmente en entornos como el polvo, el heno y la hierba cortada. Las razas que se ven más comúnmente afectadas por infecciones fúngicas de la nariz suelen ser razas de granja o al aire libre debido a la exposición frecuente a sustancias en las que se encuentra Aspergillus.

Como infección oportunista, es probable que un animal solo contraiga aspergilosis si el sistema inmunológico ya está debilitado. Los perros inmunodeprimidos (incapacidad para generar una respuesta inmunitaria normal) tienen un mayor riesgo.

Diagnosticar

El procedimiento de diagnóstico varía dependiendo de si el perro tiene una infección nasal o difusa. En caso de sospecha de aspergilosis nasal, análisis de frotis nasal, cultivo fúngico de secreciones nasales y rinoscopia: se inserta un pequeño tubo de fibra óptica en la nariz para examinar el interior de la nariz y su moco. Los síntomas de la aspergilosis difusa son en su mayoría inespecíficos y, por lo tanto, más difíciles de diagnosticar. Las pruebas pueden incluir análisis de orina y radiografías para examinar la columna.

Tratamiento

Los tratamientos varían dependiendo de si la enfermedad es aspergilosis nasal o difusa. La principal opción de tratamiento para perros con aspergilosis nasal es administrar un medicamento antimicótico directamente en la nariz y las fosas nasales del perro, mientras el perro está bajo anestesia. Los casos de aspergilosis diseminada en perros son difíciles de tratar y rara vez curables. Los medicamentos antimicóticos a menudo se usan para tratar los síntomas y, en casos afortunados, pueden curar la afección.

Cuidar de

La continuación del tratamiento depende del tipo y la gravedad de la aspergilosis. Los perros con aspergilosis nasal deben controlarse para detectar una disminución de las secreciones nasales, mientras que los perros con aspergilosis difusa deben controlarse con análisis de orina y radiografías aproximadamente cada 1-2 meses.

Evitar

Una buena salud general ayudará a garantizar un sistema inmunológico fuerte y saludable para protegerse de esta enfermedad. Mantener al perro en el interior puede ser útil, ya que limitará el acceso a recortes de césped, heno, paja y otros materiales que puedan contener hongos Aspergillus.