Hipertensión arterial en gatos

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Hipertensión arterial en gatos

La hipertensión, comúnmente conocida como presión arterial alta, ocurre cuando la presión arterial de un gato es constantemente más alta de lo normal. Cuando la afección es causada por otra enfermedad, se denomina hipertensión secundaria; mientras que la hipertensión por sí sola se define cuando realmente es la enfermedad principal. La presión arterial alta puede afectar muchos sistemas de órganos en el cuerpo de un gato, incluidos el corazón, los riñones, los ojos y el sistema nervioso.

La presión arterial alta puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo afecta esta afección a los perros, visite esta página.

Síntomas y tipos de enfermedades.

A continuación, se enumeran algunos de los síntomas comunes que se presentan en gatos con presión arterial alta.

  • Convulsiones
  • Giro
  • Desorientación
  • Ciego
  • Las pupilas se ensanchan
  • Desprendimiento de retina
  • Hemorragia ocular
  • Sangre en la orina
  • Proteína en la orina
  • Hemorragia nasal
  • Riñones hinchados o encogidos
  • Hay un soplo cardíaco
  • Lado débil del cuerpo o de la pierna
  • Los globos oculares fluctúan involuntariamente
  • La glándula tiroides es fácilmente visible visualmente (cuando hay hipertiroidismo)

Razón

No se ha determinado la causa de la hipertensión primaria en gatos. Sin embargo, esta enfermedad puede estar influenciada en parte por la genética. Entonces, ¿qué tan común es la presión arterial alta? Entre muchos estudios, un estudio mostró que aproximadamente 65% gatos con insuficiencia renal crónica y 87% gatos con hipertiroidismo tenían presión arterial levemente alta. La edad de los gatos con hipertensión arterial oscila entre los 4 y los 20 años.

La hipertensión secundaria, que representa el 80% de todos los casos de hipertensión, puede ser causada por una variedad de afecciones, que incluyen enfermedad renal, cambios hormonales e hipertiroidismo.

La diabetes también puede ser una causa de hipertensión arterial, aunque no es común en los gatos. Si sospecha que su gato padece hipertensión, llévelo a su veterinario para un diagnóstico adecuado.

Diagnosticar

La medición de la presión arterial en las mascotas es similar a la de los humanos. Se colocará un collar inflable en la pata o la cola del gato y un monitor de presión arterial estándar controlará la lectura. Es importante mantener el cuerpo del gato lo suficientemente estirado para obtener una medición precisa.
Los criterios para la presión arterial felina son:

  • 150/95: a este nivel o menos, tiene el menor riesgo y no se requiere tratamiento
  • 150/99 a 159/95: no se recomienda la intervención cuando los gatos tienen estas lecturas de presión arterial
  • 160/119 a 179/100: se requiere tratamiento para limitar el riesgo de daño orgánico
  • 180/120: se requiere tratamiento inmediato para limitar más complicaciones graves

Por lo general, se tomarán de cinco a siete mediciones. Por lo general, los resultados no se registrarán desde la primera medición, se tendrá en cuenta la respuesta del gato durante la medición. Si los resultados son demasiado diferentes entre las mediciones, se repetirá la medición de la presión arterial.

Tratamiento

La causa subyacente de la presión arterial alta deberá tratarse primero. De lo contrario, el gato puede necesitar medicamentos para controlar la presión arterial de forma indefinida. Los fármacos que se utilizan son pastillas de calcio o fármacos beta. Para la dieta de su gato, es probable que su médico le recomiende alimentos con un contenido más bajo de sodio.

Se debe controlar la presión arterial de su gato con regularidad y se pueden realizar otras pruebas de laboratorio para medir la respuesta del gato a la medicación.