Hipertensión arterial en perros

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Hipertensión arterial en perros

Comúnmente conocida como hipertensión, la hipertensión ocurre cuando la presión arterial de un perro es consistentemente más alta de lo normal. Cuando la afección es causada por otra enfermedad, se denomina hipertensión secundaria; mientras que la hipertensión por sí sola se define cuando realmente es la enfermedad principal. La presión arterial alta puede afectar muchos sistemas de órganos en el cuerpo de un perro, incluidos el corazón, los riñones, los ojos y el sistema nervioso.

La presión arterial alta puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo afecta esta afección a los gatos, visite esta página.

Síntomas y tipos de enfermedades.

A continuación, se enumeran algunos de los síntomas comunes que aparecen en perros con presión arterial alta.

  • Convulsiones
  • Giro
  • Desorientación
  • Ciego
  • Las pupilas se ensanchan
  • Desprendimiento de retina
  • Hemorragia ocular
  • Sangre en la orina
  • Proteína en la orina
  • Hemorragia nasal
  • Riñones hinchados o encogidos
  • Hay un soplo cardíaco
  • Lado débil del cuerpo o de la pierna
  • Los globos oculares fluctúan involuntariamente
  • La glándula tiroides es fácilmente visible visualmente (cuando hay hipertiroidismo)

Razón

No se ha determinado la causa de la hipertensión primaria en perros. Sin embargo, se han dado casos de perros con hipertensión arterial que han dado a luz a niños con hipertensión arterial, por lo que esta enfermedad tiene signos de tener un componente genético.

Entonces, ¿qué tan común es la presión arterial alta? Entre los muchos estudios, hay uno que muestra que entre el 0,5 y el 10 por ciento de los perros tienen presión arterial alta. La edad de los perros con hipertensión arterial oscila entre los 2 y los 14 años.

La hipertensión secundaria, que representa el 80% de todos los casos de presión arterial alta, puede ser causada por una variedad de afecciones, que incluyen enfermedad renal, cambios hormonales e hipertiroidismo.

La diabetes también puede ser una causa de hipertensión arterial, aunque no es común en los perros. Si sospecha que su perro padece hipertensión, llévelo a su veterinario para que le haga un diagnóstico adecuado.

Diagnosticar

La medición de la presión arterial en las mascotas es similar a la de los humanos. Se colocará un collar inflable en la pata o la cola del perro y un monitor de presión arterial estándar controlará la lectura. Es importante mantener el cuerpo del perro lo suficientemente estirado para una medición precisa.
Los criterios para la presión arterial canina son:

  • 150/95: a este nivel o menos, tiene el menor riesgo y no se requiere tratamiento
  • 150/99 a 159/95: no se recomienda la intervención cuando el perro se encuentra en esta lectura de presión arterial
  • 160/119 a 179/100: se requiere tratamiento para limitar el riesgo de daño orgánico
  • 180/120: se requiere tratamiento inmediato para limitar más complicaciones graves

Por lo general, se tomarán de cinco a siete mediciones. Por lo general, los resultados no se registrarán desde la primera medición, se tendrá en cuenta el grado de respuesta del perro durante la medición. Si los resultados son demasiado diferentes entre las mediciones, se repetirá la medición de la presión arterial.

Tratamiento

La causa subyacente de la presión arterial alta deberá tratarse primero. De lo contrario, el perro puede necesitar medicamentos para controlar la presión arterial de forma indefinida. Los fármacos que se utilizan son pastillas de calcio o fármacos beta. Para la dieta de su perro, es probable que su médico le recomiende alimentos con un contenido más bajo de sodio.

La presión arterial de su perro debe controlarse con regularidad y se pueden realizar otras pruebas de laboratorio para medir la respuesta del perro a la medicación.