Enfermedad trombótica (coágulo de sangre) de la aorta en perros

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Enfermedad tromboembólica aórtica en perros

La tromboembolia aórtica, también conocida como trombosis en silla de montar, es una afección común del corazón causada por la formación de un coágulo de sangre en la aorta, que provoca la interrupción del flujo sanguíneo a los tejidos divididos, segmentados por ese segmento aórtico. La aorta es la arteria más grande del cuerpo, la aorta distribuye sangre rica en oxígeno a todas las partes del cuerpo, incluidas las extremidades, los riñones, los intestinos y el cerebro. Por tanto, las complicaciones que surgen en la aorta pueden ser muy graves.

La tromboembolia aórtica es más común en gatos que en perros

Síntomas y formas de enfermedad.

Razón

  • Todas las formas de miocardiopatía (p. Ej.: miocardiopatía dilatada, hipertrofia de miocardio, etc.)
  • Infecciones de la sangre (p. Ej.: septicemia)
  • Disminución de la secreción suprarrenal (perros)
  • Pérdida de proteína renal (perro)
  • Sepsis (perro)

Diagnosticar

Debe brindarle a su veterinario un historial completo de la salud de su perro, incluido el inicio y la naturaleza de los síntomas. Luego, el perro se someterá a un examen físico completo, análisis de orina y pruebas de perfil bioquímico, que pueden revelar niveles anormalmente altos de la enzima creatina kinanza debido al daño muscular. Además, los niveles de las enzimas aspartato aminotransferasa y alanina aminotransferasa son generalmente más altos en perros con trombosis aórtica debido a daño muscular y hepático.

Los perros estresados pueden tener niveles de glucosa en sangre anormalmente altos. Los niveles de nitrógeno ureico en sangre y creatinina también pueden aumentar debido al bajo gasto cardíaco y posiblemente a la presencia de coágulos de sangre en los riñones. En algunos casos, también pueden ocurrir desequilibrios de electrolitos, así como niveles bajos de calcio o sodio y niveles altos de fosfato o potasio.

Mientras tanto, una radiografía de tórax generalmente muestra un agrandamiento anormal del corazón y una acumulación de líquido en los pulmones, así como en el espacio pleural. En casos raros, una radiografía puede mostrar un tumor en el pulmón. Una ecografía abdominal ayuda al médico a identificar la ubicación exacta del coágulo de sangre, mientras que una ecografía privada ayuda a identificar el agrandamiento anormal del corazón, que es una causa común de trombosis aórtica.

Tratamiento

La mayoría de los perros con esta afección requieren atención de emergencia inmediata y deben ser hospitalizados para prevenir la insuficiencia cardíaca. El descanso es necesario para reducir el estrés y el dolor causado por la enfermedad. Los perros con problemas respiratorios necesitan oxígeno para aliviar el estrés de la hiperventilación y ayudar a la sangre a obtener el oxígeno que necesita.

Los trombolíticos, que se utilizan para disolver la sangre, son esenciales para el tratamiento de la enfermedad. Sin embargo, los perros que no responden al tratamiento convencional necesitarán cirugía para eliminar el coágulo. Su veterinario le proporcionará analgésicos durante el tratamiento.

Cuidar de

Desafortunadamente, el pronóstico para la mayoría de los perros con trombosis aórtica es malo. Incluso con tratamiento, los coágulos de sangre pueden volver a crecer e interferir con la circulación en la aorta. Si el suministro de sangre a las extremidades no se restablece rápidamente a la normalidad, pueden producirse defectos musculares permanentes en las extremidades.

Los perros que se recuperan de una trombosis aórtica no pueden moverse y deben colocarse en un ambiente cómodo, lejos de otras mascotas y donde jueguen los niños. El dolor severo es un síntoma común asociado con esta enfermedad, y muchos perros pueden tener dificultades para orinar debido a los problemas de postura afectados. Puede presionar suavemente la vejiga de su perro para ayudar a orinar. Además, la mayoría de los perros con la enfermedad tienen dificultades para comer y pueden necesitar una variedad de alimentos para estimular el apetito. Pérdida de apetito (anorexia) puede dar lugar a otras complicaciones. Pídale consejo a su médico sobre cómo cambiar su dieta.

Por último, controle de cerca a su perro y observe si sangra, lo que puede ser causado por los medicamentos utilizados durante el tratamiento. Si ve a su perro sangrando, llame a su veterinario de inmediato.

Para monitorear el progreso del tratamiento, se requieren visitas de seguimiento regulares y pruebas de laboratorio. Si su perro no responde al tratamiento, su médico puede recomendar la eutanasia.