Inflamación crónica del ano, recto o zona perineal en perros

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Fístula anal en perros

La fístula anal es un trastorno en el que el ano, el recto y el área perineal de un perro o gato se inflaman e irritan. Este trastorno suele ser doloroso para los animales, además de crecer.

Tanto los perros como los gatos son susceptibles a la fístula anal. Si desea obtener más información sobre los efectos de este trastorno en los gatos, visite esta página.

Síntoma

Algunos síntomas comunes pueden incluir:

Razón

La causa de la inflamación aún no está clara. Esta afección médica se presenta en todas las razas y en ambos sexos, pero se puede observar con mayor frecuencia en perros machos que no han sido esterilizados.

Se dice que los perros con un cóccix ancho, o aquellos con un cóccix bajo, tienen inflamación en el área perianal porque está menos abierta. Además, la incidencia de esta condición inflamatoria es generalmente mayor en perros con glándulas sudoríparas en esta área.

Diagnosticar

Los análisis de sangre suelen ser normales, por lo que los veterinarios suelen buscar inflamación, hinchazón, infección y cualquier signo de bacterias en el área perianal de su perro. En los casos más graves, se realizará una biopsia del área.

Tratamiento

La mayoría de las opciones de tratamiento se realizan actualmente de forma ambulatoria. La aplicación de calor en el área afectada puede ayudar, al igual que la terapia de agua suave (hidroterapia) o la limpieza del área de la herida para prevenir una infección. La dieta de un perro también se puede modificar con más fibra, lo que hace que las heces sean más suaves y menos dolorosas e incómodas cuando defecan. Alternativamente, se pueden recomendar ablandadores de heces como suplementos dietéticos para perros.

Si las opciones de tratamiento tradicionales no tienen éxito, es probable que se requiera cirugía y se use para eliminar cualquier tejido inflamado o dañado. En casos raros, se recomendará la amputación de la cola para reducir la inflamación y la posibilidad de recurrencia. A menudo se recetan medicamentos para ayudar a reducir la infección, que también ayudarán con la recuperación.

Cuidar de

Existen varias complicaciones del tratamiento, que incluyen:

  • Pérdida de peso
  • Recurrencia de la enfermedad
  • Defecación incontrolada
  • Pedos (Sangre)
  • No puedo recuperar

Es importante controlar el progreso de los animales para asegurarse de que se estén recuperando y de que no presenten complicaciones graves después del tratamiento.

Evitar

Actualmente no existen medidas preventivas para esta condición médica.