Infección por coronavirus en perros

5023

Infección por coronavirus en perros

La infección por coronavirus canino (CCV) es una enfermedad intestinal altamente contagiosa que se puede encontrar en perros en todo el mundo. Este virus en particular es específico para perros domésticos y salvajes. El coronavirus se replica dentro del intestino delgado y se limita a los dos tercios superiores del intestino delgado y los ganglios linfáticos regionales. La infección por CCV generalmente se considera una enfermedad relativamente leve con síntomas esporádicos o sin síntomas. Pero si la infección por CCV ocurre al mismo tiempo que la infección por parvovirus canino o una infección causada por otros patógenos entéricos, las consecuencias pueden ser mucho más graves. Ha habido una serie de muertes reportadas en cachorros vulnerables.

Síntomas y clasificación.

Los síntomas de la infección por CCV son variados. En los perros adultos, la mayoría de las infecciones serán sutiles y no causarán ningún síntoma. A veces, puede haber una situación vomitando y Diarrea intenso (heces blandas, amarillo verdosas o anaranjadas) durante unos días. Fiebre generalmente muy raro, mientras que anorexia y la depresión es más común. Ocasionalmente, los perros infectados también pueden experimentar algunos problemas respiratorios leves. Los cachorros pueden experimentar diarrea prolongada y deshidratación, y tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por este virus. La inflamación severa del intestino delgado en los cachorros a veces conduce a la muerte.

Razón

Esta enfermedad intestinal, causada por un coronavirus canino, está estrechamente relacionada con el coronavirus entérico felino (FIP), un virus intestinal que afecta a los perros. La fuente más común de infección por CCV es el contacto con las heces de un perro infectado. Los filamentos virales pueden permanecer en el cuerpo y transferirse a las heces hasta por seis meses. El estrés por sobreentrenamiento, hacinamiento y condiciones insalubres aumentan la susceptibilidad de un perro a la infección por CCV. Además, los lugares y eventos con un gran número de perros son los lugares con más probabilidades de propagar el virus.

Diagnosticar

Las infecciones por CCV a menudo tienen algunos síntomas que se asemejan a otras infecciones bacterianas, virales o protozoarias, o se asemejan a una intoxicación o intolerancia alimentaria. Por lo tanto, es posible que deban realizarse ciertas pruebas para determinar la causa real de la infección. La bioquímica y el análisis de orina generalmente revelarán una condición fisiológica normal, por lo que a veces puede ser necesario utilizar pruebas serológicas específicas o títulos de anticuerpos (medición de la fuerza de los anticuerpos).

Tratamiento

Los cachorros que han estado expuestos a esta infección y muestran síntomas necesitarán la mayor atención. Los signos de pequeñas cantidades de diarrea y vómitos pueden ser fatales para un cachorro que no se resiste. La mayoría de los perros adultos se recuperan por sí solos de una infección por CCV y no necesitan medicación. En algunos casos, la diarrea puede persistir durante 12 días y tener heces blandas durante varias semanas. Si la infección causa inflamación del intestino delgado, problemas respiratorios o envenenamiento de la sangre (sepsis), es posible que se necesiten antibióticos. Si se producen diarrea severa y deshidratación como resultado de una infección, su perro puede necesitar líquidos y electrolitos adicionales. Una vez que el perro se ha recuperado de la enfermedad, no suele ser necesario realizar más controles. Sin embargo, tenga en cuenta que todavía puede quedar algo de virus en las heces del perro, lo que podría infectar a otros perros.

Evitar

Existe una vacuna para proteger a los perros de este virus. Por lo general, está reservado para perros de exhibición y cachorros, ya que tienen los sistemas inmunológicos menos desarrollados y vulnerables. Debido a que el coronavirus canino es una infección altamente contagiosa, la mejor precaución es aislar inmediatamente a los perros con síntomas comunes de la enfermedad o que hayan sido diagnosticados con la enfermedad. También es importante mantener siempre la perrera limpia e higiénica, lavar a su perro después de que esté en público o en casa y proteger a su perro del contacto con las heces de otros perros, tanto como sea posible.