Hernia (inguinal) en gatos

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Hernia inguinal en gatos

Una hernia inguinal es una afección en la que partes del abdomen sobresalen a través del anillo inguinal, una abertura en la pared muscular en el área de la ingle.

Las hernias inguinales pueden ocurrir tanto en perros como en gatos. Si desea conocer los efectos de este tipo de hernia en los gatos, visite esta página.

Síntomas y clasificación.

Una hernia inguinal puede ser sencilla o compleja. Una hernia compleja es una afección en la que partes de la cavidad abdominal ingresan por la abertura y quedan atrapadas.

Los posibles síntomas de una hernia inguinal sin complicaciones son:

  • Hinchazón suave en el área de la ingle, que puede aparecer en uno o ambos lados del cuerpo.

Los posibles síntomas de una hernia inguinal compleja son:

  • Hinchazón en el área de la ingle, que puede volverse dolorosa y caliente al tacto.
  • Vómitos
  • Dolor
  • Micción frecuente
  • Sangre en la orina
  • Anorexia
  • Depresión

Razón

En los gatos, las hernias inguinales suelen estar provocadas por un traumatismo.

La mayoría de las hernias inguinales no son complicadas y no causan más síntomas que hinchazón en el área de la ingle. Sin embargo, si los elementos de la cavidad abdominal (como la vejiga, un asa intestinal o el útero) ingresan por la abertura y quedan atrapados allí, la situación puede poner en peligro la vida.

Diagnosticar

Una hernia inguinal generalmente se puede diagnosticar al buscar la hinchazón causada por la hernia durante un examen físico. Sin embargo, a veces se realiza una radiografía de contraste o una ecografía del abdomen para determinar si hay una parte del abdomen atrapada.

Tratamiento

El tratamiento consiste en corregir quirúrgicamente la abertura y volver a colocar los órganos abdominales en su lugar si es necesario.