Dolor de cuello y espalda en gatos

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A menudo es difícil precisar la ubicación exacta del dolor cuando un gato se lesiona, porque desafortunadamente, no puede decirle dónde siente dolor. Los veterinarios pueden incluso tener problemas para localizar. Y debido a que hay muchas causas de dolor de cuello y espalda, concentrarse en la causa subyacente puede llevar algún tiempo.

Síntomas y clasificación.

Aquí hay algunos síntomas que pueden ocurrir en gatos después de una lesión en el cuello o la espalda:

  • Cambia tu postura
  • Espalda arqueada
  • La columna no se ve igual
  • Rigidez en el cuello
  • Los gatos no quieren voltear o levantar la cabeza
  • Hacer o gemir cuando tocas su cuello o espalda.
  • Evite que lo toquen o manténgase alejado de usted
  • Gime o grita al mover la columna, o se niega por completo a moverse.
  • Daño visible en áreas alrededor de la columna, como hematomas, raspaduras, hinchazón
  • Débil, letárgico
  • Movimientos discretos, incapacidad para caminar, movimientos tambaleantes (ataxia)
  • Fiebre
  • Pérdida del apetito (pérdida del apetito)

Razón

Enfermedades de los músculos alrededor de la columna vertebral:

  • Lesión de tejidos blandos
  • Herida mordaz
  • Inflamación
  • Infección

Problemas de disco:

  • Degeneración del disco
  • Infección de disco
  • Inestabilidad en partes de la columna

Lesión de la médula espinal:

  • Fractura
  • Deslizarse
  • Cáncer
  • Vértebras
  • Raíz nerviosa
  • Tejido alrededor de la columna
  • Trastornos meníngeos y espinales
  • Enfermedad del riñon

Diagnosticar

Su veterinario realizará un examen físico completo de su gato, observando un historial de síntomas e incidentes que pueden haber llevado a la afección. Deberá proporcionar un historial médico detallado de su gato, el inicio de los síntomas y el tipo típico de síntomas, y cuál pudo haber sido la causa de la lesión. Su médico realizará análisis de sangre básicos, que incluyen química sanguínea y hemograma completo, análisis de orina y análisis del líquido cefalorraquídeo. Otras pruebas de diagnóstico que pueden usarse para determinar el origen del dolor de espalda son la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y las radiografías del abdomen y la columna. Otras pruebas necesarias incluyen el examen neurológico y el mielograma, en el que se inyecta un agente de contraste de rayos X en el espacio subaracnoideo de la columna, de modo que la columna y los nervios espinales sean más visibles en las imágenes de rayos X. ópticas.

Tratamiento

Debido a que las causas del dolor de cuello y espalda son tan variadas, el tratamiento está determinado por la naturaleza de la enfermedad y el grado de afectación de los tejidos de la columna. Según el plan de su veterinario y las instrucciones claras para el tratamiento, es posible que su mascota deba ser hospitalizada. El tratamiento a menudo requerirá medicación, cirugía o ambos.

Algunos tratamientos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios, como corticosteroides, antibióticos y quimioterapia. Sin embargo, se necesitará cirugía en casos de lesión de la médula espinal, parálisis, infección de los discos o vértebras o cáncer ubicado cerca de la médula espinal.

Cuidar de

Tu gato necesitará muchos cuidados en casa. Asegúrese de seguir siempre las instrucciones de su veterinario para el uso de medicamentos y las evaluaciones de seguimiento. Supervise el progreso, observe si hay signos de mejora o recurrencia e informe al veterinario. Evite ejercitar físicamente a su gato y tome medidas para evitar que su gato se vuelva hiperactivo o participe en actividades que podrían llevarlo a un esfuerzo excesivo, incluido el ejercicio, hasta que su veterinario lo apruebe.

Además, debe proteger al gato de los niños activos y otras mascotas en la casa. Puede ser necesario un descanso en una habitación cerrada y tranquila o en una jaula para garantizar que el gato tenga un espacio seguro para curarse y recuperarse de una lesión.

Algunos gatos se recuperan rápidamente, sin embargo, las lesiones de la médula espinal pueden ser muy graves y duraderas, incluso potencialmente mortales, si no se tratan con prontitud y eficacia.