Dermatitis transmitida por garrapatas en perros

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Caspa en perros

Las garrapatas Cheyletiella son un parásito cutáneo altamente contagioso que vive en la capa de queratina de la piel, la capa superior, y en el líquido tisular de la capa superior. La infección por los ácaros Cheyletiella se conoce médicamente como cheyletiellosis (caspa). Esta afección parasitaria de la piel es similar a una infestación por pulgas y se trata con los mismos productos y con los mismos métodos ambientales utilizados para matar las pulgas. Las tasas de infección varían principalmente según el área geográfica porque los medicamentos comunes contra las pulgas lo controlarán. Las garrapatas Cheyletiella pueden parasitar a otros huéspedes e infectar a los humanos.

Las infecciones por ácaros Cheyletiella también se conocen como "caspa andante", debido a la forma en que los ácaros se mueven debajo de la capa de queratina, empujando las escamas hacia arriba, por lo que parecen moverse y dejan una superficie escamosa de suciedad en la superficie. . Las garrapatas suelen ser moderadamente irritantes, pero en los juveniles esta infección puede ser más grave cuando se combina con abrasiones cutáneas y un mayor riesgo de infección debido a un sistema inmunológico inmaduro.

Esta condición o enfermedad puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre cómo afecta esta enfermedad a los gatos, visite esta página.

Síntomas y clasificación.

  • Perdida de cabello
  • Rascado excesivo
  • La piel escamosa se puede ver claramente.
  • Parches de piel muerta (caspa) se adhieren a la superficie del cabello
  • Lesión de espalda
  • Irritación cutánea preexistente (puede ser muy leve)
  • Se pueden ver pequeños ácaros amarillos en una inspección cercana

Razón

  • Contacto frecuente con otros animales.
  • Estuve recientemente en un refugio de animales abandonado, una instalación de cría, una instalación de cuidado de mascotas, una perrera
  • Puede infectarse en un entorno que parece carecer de presencia de animales.
  • Reinfestación por ropa de cama o vivienda desinfectada incorrectamente

Diagnosticar

Otras enfermedades con síntomas similares incluyen caspa, irritación de la piel causada por alergias a las pulgas, infecciones por garrapatas distintas de Cheyletiella, alergias causadas por sensibilidades alimentarias, diabetes y alergias cutáneas específicas de los perros. Sin embargo, lo que siempre se debe hacer es verificar si es caspa cuando hay algún síntoma obvio.

Su veterinario tomará una muestra de la piel de su perro y trozos de piel de la capa superior de piel y pelaje para su examen. Incluso si las garrapatas no son fácilmente visibles a simple vista, son lo suficientemente grandes como para ser detectadas con una lupa. El proceso es simple: los ácaros se recolectan fácilmente con una cinta o raspando la piel. También se pueden encontrar en una muestra de heces, ya que a menudo se tragan mientras se arreglan y pasan por el tracto digestivo sin digerir. Si no se pueden identificar los ácaros cheyletiella, es probable que su veterinario pruebe la respuesta de su perro al insecticida.

Tratamiento

Cuando un perro muestra signos de caspa, todos los animales domésticos deben ser tratados, ya que las garrapatas pueden vivir hasta diez días después de dejar al huésped. También es importante limpiar la ropa de cama, las jaulas y las alfombras, para que las garrapatas no vuelvan a infectar al perro ni a otras mascotas. Luego, las mascotas deben bañarse de seis a ocho veces por semana para eliminar las escamas de la piel. Además de los insecticidas y los lavados con azufre y cal, su veterinario también puede recetarle medicamentos orales. Si el perro tiene un pelaje largo, se debe acortar.

Cuidar de

Si entra en contacto con un animal infectado, o su mascota está infectada con ácaros Cheyletiella, puede experimentar una reacción, como picazón, pequeñas protuberancias rojas o lesiones leves, pero esto desaparecerá por sí solo después del baño. Es una buena práctica desinfectar al perro y su entorno, así como desinfectar y / o desechar peines, cepillos y otras herramientas de aseo.

Si el régimen de tratamiento no funciona, su veterinario buscará otras causas de los síntomas. La reinfección puede provenir de otro portador o de la presencia de una fuente desconocida de garrapatas, como ropa de cama sin tratar.