Arritmias cardíacas después de un traumatismo cardíaco cerrado en perros

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Miocarditis traumática en perros

La miocarditis traumática es el término para el síndrome de arritmia, un síndrome que a veces complica el trauma cardíaco por un golpe. La lesión del músculo cardíaco puede hacer que mueran más células debido a la inflamación del músculo cardíaco. La lesión miocárdica directa puede resultar del desarrollo de arritmias postraumáticas. Los síndromes no cardíacos también tienen más probabilidades de causar miocarditis.

La incidencia de arritmias debido a un traumatismo cerrado es relativamente baja, pero algunos perros desarrollan arritmias graves después de un traumatismo cardíaco. Por lo tanto, es necesario evaluar cuidadosamente la frecuencia cardíaca de los perros después de un trauma.

La taquicardia ventricular (una anomalía en la actividad eléctrica del corazón causada por los ventrículos) ocurre en la mayoría de los perros afectados. La taquicardia ventricular empeora la conmoción cerebral con bastante lentitud y solo se detecta durante las pausas en el ritmo normal. A menudo denominadas frecuencias autoventriculares incrementales (AIVR), se detectan cuando la frecuencia cardíaca es superior a 100 latidos por minuto (lpm) pero generalmente tan baja como 160 lpm. Por lo general, un aumento de la frecuencia ventricular no afecta al perro. Sin embargo, la taquicardia ventricular puede complicar un traumatismo cerrado y puede desarrollarse a partir de AIVR aparentemente benignos, lo que aumenta el riesgo de muerte súbita.

Síntomas y formas de enfermedad.

  • Lesión dentro de las 48 horas posteriores al inicio de la enfermedad
  • Puede tener arritmia
  • Latidos cardíacos rápidos e irregulares
  • Signos de mala circulación sanguínea en el cuerpo.
  • Cuerpo debil
  • Encías pálidas

Razón

  • Lesiones por choques, generalmente por accidentes de tráfico
  • Baja cantidad de oxígeno en sangre.
  • Desequilibrio autónomo (la parte del sistema nervioso que controla acciones involuntarias como la digestión, la frecuencia cardíaca, etc.)
  • Desequilibrio electrolítico
  • Trastorno ácido-base

Diagnosticar

Su veterinario realizará un examen físico completo de su perro, verificando un registro de síntomas e incidentes que pueden haber llevado a la afección. Se debe realizar un hemograma completo, que incluya química sanguínea, hemograma completo, análisis de orina y panel de electrolitos. Se realizan análisis de sangre para verificar los niveles séricos de troponina, una proteína que ayuda a regular las contracciones musculares, que si son altas pueden provocar necrosis miocárdica.

El análisis de gases en sangre arterial y la medición de la saturación de oxígeno ayudarán a determinar si el paciente es hipóxico (hipóxico). Otras pruebas incluyen una radiografía para determinar el tipo de lesión y un electrocardiograma (ECG) para analizar la taquicardia ventricular.

Tratamiento

Al perro se le administrarán líquidos con electrolitos (si es necesario) y se le recetará analgésico. Se utilizará oxigenoterapia si el perro es hipóxico. Los perros deben recibir tratamiento para el neumotórax (aire que ingresa a la cavidad torácica, fuera de los pulmones). La terapia antiarrítmica estará indicada si el perro tiene AIVR y signos clínicos de arritmia.

Cuidar de

Las arritmias cardíacas tienden a resolverse después de 2-3 días de tratamiento. La terapia antiarrítmica se puede suspender después de 2-5 días. Aunque las arritmias a veces complican las lesiones por conmoción cerebral, el pronóstico de la recuperación completa depende de la extensión de la lesión no cardíaca.