Anomalías genéticas reproductivas en gatos

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Trastornos del desarrollo sexual en gatos

Los trastornos del desarrollo sexual en los gatos se producen debido a errores en el código genético, que involucran a los cromosomas responsables del desarrollo de los órganos sexuales, incluidas las gónadas (órganos reproductores masculinos y femeninos), o el desarrollo de genes. El error da como resultado relaciones sexuales inusuales. diferencias, lo que dificulta la distinción entre machos y hembras.

Síntomas y formas de enfermedad.

Esta afección a menudo es causada por trastornos que afectan los cromosomas que caracterizan la función sexual de un gato. Los trastornos gonadales afectan los órganos reproductores y los trastornos fenotípicos afectan las propiedades reproductivas físicas y bioquímicas del gato. Los signos y síntomas de un trastorno gonadal o reproductivo pueden incluir: un clítoris anormalmente grande en las mujeres o testículos no descendidos en los hombres. En los gatos también pueden estar presentes otras características anormales de los órganos reproductivos.

Los signos y síntomas de los trastornos cromosómicos pueden deberse a defectos en la cantidad de cromosomas sexuales. Durante las pruebas genéticas de su gato, su veterinario puede encontrar un número anormal de cromosomas X o Y en el código genético de su gato.

Los signos y síntomas de un trastorno fenotípico del desarrollo pueden ser que los órganos reproductores externos no coincidan con los cromosomas internos. Por ejemplo, un gato portador de un cromosoma masculino puede tener genitales externos femeninos o un pene más pequeño de lo normal. Algunos gatos pueden tener un órgano reproductor normal, pero también un órgano reproductor muy pequeño del sexo opuesto.

Razón

Los trastornos del desarrollo sexual a menudo ocurren debido a rasgos genéticos o causas externas, como la exposición de las gatas preñadas a toxinas (hormonas) durante el embarazo. Los factores de riesgo también pueden incluir tomar o estar expuesto a hormonas masculinas o femeninas, como la progesterona, durante el embarazo.

Diagnosticar

Los trastornos del desarrollo sexual son muy raros, pero son evidentes desde el nacimiento, especialmente si afectan los órganos reproductores, haciendo que los órganos reproductivos sean demasiado grandes o pequeños. Los gatos con una apariencia normal, con órganos reproductores externos normales y cromosomas anormales, pueden no ser capaces de identificar la enfermedad hasta que alcanzan la edad reproductiva.

Es posible que su médico no pueda hacer un diagnóstico hasta que usted quiera criar al gato. Durante este tiempo, se pueden descartar otros diagnósticos: infertilidad, problemas hormonales (hipotiroidismo), problemas testiculares (degeneración testicular y tiempo de eyaculación corto).

Una vez que se descartan las condiciones anteriores, su médico puede realizar pruebas para medir los niveles hormonales y determinar las características de los cromosomas sexuales para ver si hay alguna anomalía. Las pruebas físicas incluirán anotar la forma y el tamaño de los órganos reproductores con fines comparativos, lo que ayudará a confirmar si existen anomalías externas.

Tratamiento

El tratamiento y la atención dependerán de la afección. Algunos gatos tienen enfermedades de la piel junto con trastornos sexuales reproductivos. En estos casos, los tratamientos tópicos pueden ayudar a aliviar los síntomas. Se pueden utilizar lociones o aceites como tratamiento tópico. En algunos casos, es posible someterse a una cirugía reconstructiva para restaurar los genitales en gatos con genitales deformados.

Puede ser necesaria la extracción de un clítoris demasiado grande (parte de un órgano reproductor femenino), especialmente si causa un trauma al gato. Puede ser necesario castrar a su gato para prevenir complicaciones futuras, como infecciones recurrentes del tracto urinario.

Cuidar de

La mayoría de los gatos se recuperarán bien después de que se complete la cirugía. Es posible que deba evitarse la exposición a hormonas sintéticas, como la progesterona, el estrógeno o los andrógenos, según el tipo de trastorno del desarrollo sexual que tenga el gato.