Neumonía (hongos) en gatos

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Neumonía fúngica en gatos

Cuando los pulmones de su gato se inflaman debido a una infección fúngica profunda, también conocida como enfermedad fúngica profunda, es posible que tenga neumonía fúngica. Este tipo de neumonía puede ocurrir en los tejidos intersticiales (espacios entre las células de los tejidos); en los vasos linfáticos (vasos del cuerpo que transportan glóbulos blancos ricos en líquido linfático); o en los tejidos peribronquiales (los tejidos alrededor de los bronquios, las vías respiratorias que van desde la tráquea hasta los pulmones).

Tanto los perros como los gatos pueden contraer neumonía por hongos, aunque este tipo de neumonía es menos común en los gatos. Si desea obtener más información sobre esta enfermedad que afecta a los perros, visite esta página.

Síntoma

Los síntomas de la neumonía fúngica pueden incluir al animal con un historial de pérdida de apetito, lo que resulta en pérdida de peso, fiebre, secreción nasal u ocular, tos, dificultad para respirar, cojera y problemas oculares, que pueden ser graves y hacer que el animal se quede ciego repentinamente. El examen físico también puede revelar un animal con ansiedad, depresión, emaciación y un sonido de estertor en los pulmones.

Razón

Hay varios tipos de hongos que causan enfermedades fúngicas; algunos de ellos son Blastomyces, Histoplasma y Aspergillus. La neumonía por hongos varía de un lugar a otro porque los diferentes hongos que causan infecciones por hongos se encuentran en diferentes regiones. Por ejemplo, la blastomicosis causada por el organismo Blastomyces se encuentra en el sureste y el medio oeste de los Estados Unidos, mientras que la aspergilosis causada por el organismo Aspergillus está muy extendida en todo Estados Unidos.

La exposición a uno de los hongos capaces de causar infecciones fúngicas profundas puede provocar neumonía fúngica en el animal. La forma de infección varía según el tipo de hongo. Por ejemplo, Blastomyces dermatitidis ingresa principalmente al cuerpo cuando el animal respira, el hongo ingresa a los pulmones, mientras que el organismo Cryptococcus neoformans generalmente ingresa al cuerpo a través de la cavidad nasal y luego viaja a los ojos o al sistema nervioso central.

La exposición ambiental a cualquier hongo que cause neumonía fúngica también puede provocar una infección. Por lo tanto, el contacto con suelos ricos en materia orgánica, excrementos de aves o estiércol puede aumentar el riesgo de infección.

Diagnosticar

La única forma de hacer un diagnóstico definitivo de neumonía fúngica es identificar el organismo potencial mediante el análisis de una ampolla cutánea o una muestra de biopsia de un ganglio linfático. Los procedimientos de diagnóstico más detallados pueden incluir análisis de orina, radiografía de tórax para tomar imágenes del tórax y los pulmones y una ecografía del abdomen.

Si la neumonía fúngica no es la causa de los síntomas anteriores en el animal, otras formas de neumonía, como la neumonía parasitaria o bacteriana, pueden ser la causa. Otros diagnósticos alternativos incluyen enfermedad bronquial crónica o edema pulmonar.

Tratamiento

Si su gato todavía está comiendo bien, su veterinario le recetará medicamentos para que los tome en casa. Si presenta síntomas graves como pérdida rápida de peso por pérdida de apetito y deshidratación, es necesario hospitalizarlo para estabilizar la situación e instituir un tratamiento intensivo. El animal necesita líquidos, potasio, oxígeno y antibióticos.

Tenga en cuenta que menos de 70% casos en perros interactúan bien con los tratamientos para la neumonía fúngica y en los gatos porcentajes aún más pequeños. El tratamiento para esta enfermedad es bastante costoso y generalmente requiere al menos 2 meses, incluido el tratamiento adecuado y la duración del tratamiento; sin embargo, esto depende del tipo de hongo que causa la enfermedad.

Cuidar de

Para evitar la deshidratación, el gato necesita muchos líquidos y ejercicio limitado. Se recomienda al animal una dieta alta en proteínas con alimentos ricos en calorías, y todos los medicamentos deben administrarse al animal a intervalos regulares durante todo el tratamiento prescrito por el médico. Se deben realizar chequeos regulares, especialmente radiografías de tórax, antes de completar el tratamiento.

Evitar

Para evitar la neumonía por hongos, los veterinarios recomiendan eliminar el estiércol u otras toxinas orgánicas del hábitat del animal.