Ojos rojos en gatos

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Epiescleritis en gatos

La epiescleritis es una afección médica del ojo en la que la epiesclera (parte blanca del ojo) se enrojece, pero no se acompaña de secreción excesiva o lagrimeo. Esta afección médica suele ser benigna y se trata fácilmente con ungüentos tópicos o gotas para los ojos. La inflamación puede aparecer como nódulos o engrosamiento de la esclerótica (parte blanca del ojo). Aunque la inflamación generalmente se limita a un área determinada, puede extenderse a otras áreas del ojo. Los resultados suelen ser positivos para el tratamiento, aunque existen algunas posibles complicaciones.

Síntomas y clasificación.

La epiescleritis puede presentarse como un pequeño crecimiento o nódulo en el ojo. El nódulo puede ser liso, indoloro, rosado o marrón, o puede parecer una masa dura. En algunos casos, la inflamación puede extenderse y hacer que los ojos del gato se enrojezcan e irriten. Su gato también puede experimentar dolor en los ojos, signos de malestar, frotarse los ojos con frecuencia, secreción o incluso cerrar el ojo afectado.

Razón

Se cree que el desarrollo de esta inflamación está relacionado con el sistema inmunológico. Además, se sabe que las infecciones bacterianas o micóticas, el cáncer (linfoma), las lesiones oculares y el glaucoma también hacen que los ojos se inflamen.

Diagnosticar

Su veterinario necesitará un examen ocular completo. Solo entonces su médico puede comenzar a descartar las posibles causas de la inflamación. Si hay una masa grande en el ojo, se puede realizar una biopsia para descartar cáncer. También puede haber un objeto extraño en el ojo que cause inflamación o infección.

Tratamiento

Las formas más comunes de tratamiento para esta afección médica son los ungüentos tópicos y las gotas para los ojos, que varían en concentración y se basan en la gravedad de la inflamación. En la mayoría de los casos, el tratamiento se puede realizar de forma ambulatoria y debe ser controlado por un médico en las siguientes semanas para asegurarse de que la afección haya desaparecido por completo y que no haya complicaciones graves, lo que suceda. Continúe monitoreando el progreso de su gato para que los cambios adversos puedan informarse al médico de inmediato. Los collares anti-lamidos se pueden utilizar para evitar que los gatos se rasquen o se froten mucho los ojos. Además, las complicaciones pueden surgir de una infección o desgarro en el ojo por frotarse.

Cuidar de

Después del tratamiento, se debe observar el progreso. Esta condición a veces puede reaparecer, por lo que deberá estar al tanto de los cambios. Busque signos de secreción (moco), enrojecimiento o crecimiento nodular. Han surgido una serie de complicaciones, como pérdida de la visión, dolor ocular crónico y glaucoma.