Desarrollo anormal en los molares de los perros.

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La primera erupción mandibular en perros.

Las anomalías en la formación y desarrollo de los molares inferiores, el tercer molar desde la mitad de la mandíbula, es un problema de salud bucal común principalmente en las razas de perros pequeños. Los molares inferiores se encuentran entre los primeros dientes permanentes que tienen calcificaciones en la corona y se encuentran entre los más grandes.

No existe una diferencia específica de género o raza en esta enfermedad, pero las razas pequeñas tienen un mayor riesgo porque solo hay un pequeño espacio en las mandíbulas para que se desarrollen los dientes. Por lo tanto, se recomienda que, para razas pequeñas, se realice una evaluación general de los primeros molares inferiores mientras están en erupción.

Síntomas y clasificación.

Aparecerán defectos en los cuellos mandibulares, a menudo con encías mostrando que las encías están retrocediendo. Incluso puede haber una gran pérdida de hueso alveolar cerca de la raíz y puede causar una apertura de la pulpa dentro del diente. Las radiografías pueden mostrar discontinuidad entre la raíz y la corona y / o sarro en la pulpa o en la cavidad radicular.

Razón

Una de las posibles causas de este crecimiento anormal es que los dientes están apiñados (falta de espacio) en la cavidad bucal de los perros pequeños, lo que dificulta el desarrollo de la corona y la raíz. Infiltración, pliegues del esmalte y / o sarro, que a veces ocurren en el cuello, junto con cierto grado de recesión gingival (recesión) in situ.

Diagnosticar

Su veterinario controlará la salud física y la salud bucal integral de su perro. Tenga en cuenta la historia de los síntomas, si los hay. Los dientes intradentales (protrusión), un crecimiento anormal causado por la penetración del esmalte en la papila dental (células asociadas con el diente en desarrollo), generalmente comienza en la corona y se extiende hasta la raíz anterior en la calcificación del tejido dental. El dolor de muelas, que puede ser causado por la extracción de un diente gravemente cariado (es decir, un diente de leche), provoca un defecto en la mandíbula.

Si su veterinario encuentra que el diente todavía está profundamente cariado y necesita ser removido, la evaluación del hueso mandibular restante será un paso importante antes de realizar la extracción. Su médico tomará radiografías dentales para evaluar el alcance de los cambios al extraer un diente cariado, especialmente en la raíz.

Tratamiento

Para el tratamiento de un primer diente mandibular completamente dañado, primero se debe instituir la terapia antimicrobiana adecuada y el manejo del dolor antes de la cirugía. En la mayoría de los casos, habrá una pulpa sin importancia en el diente, definida por un canal ancho, una cápsula apical (parte superior de la raíz) y pérdida ósea. La extracción de dientes no suele estar cubierta por la garantía. Sin embargo, el proceso no es tan serio. Se debe tener cuidado, ya que la reabsorción (el acto de reabsorción o destrucción del tejido óseo) puede provocar daños en la mandíbula (mandíbula). Su veterinario puede considerar el uso de materiales que promuevan los huesos después de la extracción del diente.

Aunque es poco común, se pueden realizar procedimientos de endodoncia para mantener los dientes cariados y dañados en los casos en que la enfermedad progresa poco. Además, puede haber piedras en la cavidad que pueden interferir con el acceso al canal.

Viviendo y cuidando

Su veterinario le recetará analgésicos para ayudar a aliviar el dolor de su perro y permitirle comer y beber con normalidad. Después del período inicial de atención, su veterinario volverá a examinar los dientes de su perro al menos una vez para asegurarse de que esté libre de infecciones y que la herida esté sanando como se esperaba. El pronóstico debe ser preciso para mantener el diente afectado. Sin embargo, incluso con el diente extraído, la salud a largo plazo del perro sigue siendo bastante buena.