Enfermedades digestivas

Problemas digestivos del gato, síntomas, prevención, tratamiento y cuidado.

La estrongiloidiasis es una infección intestinal poco común por el parásito Strongyloides tumefaciens, que causa nódulos marcados y diarrea.
La fermentación bacteriana de los nutrientes produce vapores tóxicos que a veces se liberan, la fuente de gas en los intestinos del gato es muy diferente a la acumulación de gas en los humanos.
Los cambios en la forma del intestino pueden hacer que la porción afectada del intestino se deslice fuera de su posición normal (prolapso) hacia una cavidad o tubo contiguo en el cuerpo.
Los hongos a menudo ingresan al tracto intestinal de los animales. Los síntomas más comunes en los gatos son pérdida de apetito, pérdida de peso, depresión y diarrea con estrés.
La fístula anal es un trastorno en el que el ano, el recto y el área perineal de un gato se inflaman e irritan. Tanto los perros como los gatos son susceptibles a la fístula anal.
El páncreas es un órgano que produce insulina y enzimas digestivas (que ayudan en la digestión de almidones, grasas y proteínas en la dieta de un gato).
El prolapso anal o prolapso rectal es una afección en la que una o más capas del recto de un gato se mueven a través del ano, lo que permite que los desechos digestivos abandonen el cuerpo.
La intoxicación por plomo en los gatos es una afección médica que se produce debido a los niveles elevados de plomo metálico en la sangre. Puede provocar la muerte si el gato no se trata con prontitud.
La ictericia describe una afección en la que el revestimiento de las encías, las fosas nasales, los genitales y otras áreas se vuelve amarillo debido a los altos niveles de bilirrubina.
En general, ninguna de estas condiciones es el resultado de una enfermedad, pero puede ser el resultado de una deficiencia de minerales o vitaminas.

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