Parásitos intestinales (coccidiosis) en perros

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Coccidiosis en perros

La coccidiosis es una infección parasitaria, causada por la coccidiosis, un parásito que a menudo causa diarrea acuosa y mucosa en los perros. Si no se trata, la enfermedad puede destruir gradualmente el revestimiento intestinal de un perro. Esta condición puede afectar tanto a perros como a gatos. Si desea obtener más información sobre los efectos de esta enfermedad en los gatos, visite esta página.

Síntomas y clasificación de enfermedades.

Es posible que su perro tenga diarrea acuosa con moco. A medida que se desarrolla la afección, comienzan la diarrea con sangre y la incapacidad para controlar las deposiciones. El perro también puede tener mala salud.

Razón

El estrés, los viajes, los viajes y los cambios climáticos, y estar en un ambiente con otros animales infectados son las causas más comunes para que se desarrolle esta infección parasitaria. Se transmite a través de las heces y se observa con mayor frecuencia en cachorros que han contraído el parásito de las heces de perros adultos. La coccidiosis es especialmente peligrosa para los perros jóvenes, porque su sistema inmunológico aún está poco desarrollado.

Diagnosticar

La prueba de heces es el método de diagnóstico más común para este tipo de infección. La coccidiosis se verá fácilmente al microscopio.

Tratamiento

El tratamiento suele ser ambulatorio. Se prescribirá un medicamento para matar los parásitos, que suele ser rápido y eficaz. Los perros necesitarán rehidratación debido a Diarrea. Si el perro está debilitado, se puede dejar en observación. Será necesario realizar un seguimiento de las heces durante las primeras una o dos semanas de tratamiento para garantizar que los parásitos ya no estén presentes en el cuerpo del animal.

Viviendo y controlando

Los propietarios deben seguir las instrucciones de los medicamentos recetados y controlar el progreso del perro. Si hay un deterioro en la salud del perro, los propietarios deben consultar a un veterinario para asegurarse de que no haya una causa de salud subyacente más grave.

Evitar

La mejor precaución es aislar a los animales infectados. Analizar las heces de una perra preñada o lactante para asegurarse de que no esté infectada ayudará a proteger a las crías de la infección, o alertará al criador o al dueño del problema. Se puede ofrecer tratamiento. Es posible que los nuevos propietarios deban revisar la caca de su cachorro como medida preventiva, ya que este es un problema común.