Neumonía (bacteriana) en gatos

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La neumonía bacteriana es la inflamación de los pulmones en respuesta a las bacterias que causan enfermedades. Esta inflamación se caracteriza por la acumulación de células y líquido en los pulmones, las vías respiratorias y los alvéolos (la parte del tracto respiratorio en la que se intercambian oxígeno y dióxido de carbono).

El pronóstico de la neumonía bacteriana suele ser bueno con el tratamiento adecuado. Sin embargo, existen dos efectos secundarios (hipoxemia y sepsis) que se pueden atribuir a la neumonía bacteriana y se asocian con un alto riesgo de mortalidad. La hipoxia es un nivel de oxígeno en sangre extremadamente bajo, mientras que la sepsis es la presencia de bacterias que causan pus y sus toxinas en el torrente sanguíneo del gato.

La neumonía bacteriana puede ocurrir tanto en perros como en gatos, aunque la afección es más común en perros. Si desea obtener más información sobre los efectos de esta enfermedad en los perros, visite esta página.

Síntomas y clasificación.

Los síntomas de la neumonía bacteriana incluyen tos, fiebre, dificultad para respirar, anorexia y el resultado es pérdida de peso, letargo, secreción nasal, deshidratación y respiración rápida. También puede producirse intolerancia al esfuerzo debido a la falta de aire. Escuchar los pulmones con un estetoscopio puede detectar sonidos respiratorios anormales, un proceso de diagnóstico llamado auscultación. Los síntomas pueden incluir crujidos cortos y fuertes llamados crepitaciones y silbidos llamados crepitaciones.

Razón

Las causas de las infecciones bacterianas en los pulmones pueden variar, y no existe una sola bacteria responsable de la afección. En gatos, Bordetella bronchiseptica, Pasteurella y Moraxella se han notificado con mayor frecuencia en casos de neumonía bacteriana. Aun así, los gatos parecen tener menos probabilidades de contraer neumonía bacteriana que los perros.

Ciertos factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de neumonía bacteriana incluyen infecciones virales preexistentes, dificultad para tragar, trastornos metabólicos y reflujo.

Diagnosticar

La neumonía bacteriana es solo una de las causas de disfunción pulmonar. Otras posibles causas son la neumonía por aspiración, en la que los pulmones se inflaman por la inhalación de materia, como un objeto extraño, o el vómito. Los síntomas de la neumonía bacteriana y la neumonía por aspiración pueden ser similares, y el diagnóstico debe identificar el tipo correcto de inflamación en casos de disfunción pulmonar.

Si se sospecha una neumonía bacteriana, existen varios procedimientos de diagnóstico que se pueden aplicar al gato. Se puede realizar un lavado traqueal para recolectar parte del material (líquido y células) que recubre la tráquea para su análisis. Debido a que las bacterias no siempre son visibles a través de un microscopio, cualquier muestra obtenida debe cultivarse para un examen más detallado. Otras pruebas pueden incluir imágenes visuales, especialmente radiografías del tórax y los pulmones del gato. También se realizarán análisis de sangre y análisis de orina.

Tratamiento

Los medicamentos son esenciales en casos de neumonía bacteriana; Por ejemplo, el agente antibacteriano apropiado puede seleccionarse basándose en los resultados de cultivos bacterianos obtenidos del lavado traqueal. El tratamiento adicional depende de la gravedad de los signos. Si se presentan múltiples síntomas, como pérdida de apetito, fiebre alta y pérdida de peso, el gato recibirá un tratamiento intensivo en el hospital.

Si hay insuficiencia respiratoria, es posible que se necesite oxigenoterapia. Para evitar la deshidratación, su veterinario probablemente le recomendará que administre electrolitos con fluidoterapia intravenosa (IV).

Limite las actividades de su gato durante el tratamiento, a excepción de la fisioterapia o las actividades que mejoran la limpieza de los pulmones y las vías respiratorias. Finalmente, preste atención a las necesidades de su gato y evite que se acueste en una posición por mucho tiempo.

Cuidar de

Tras el tratamiento inicial, el gato debe recibir una dieta con alto contenido proteico y energético. Su veterinario controlará el progreso de su gato con análisis de sangre y radiografías de la cavidad torácica y los pulmones si es necesario. Cualquier medicamento antibacteriano recetado debe tomarse con regularidad, según las indicaciones de su veterinario.

Evitar

Una forma de prevenir la neumonía bacteriana es asegurarse de que su gato esté vacunado con regularidad.