Artrosis en gatos

7967

Pancreatitis en gatos

La pancreatitis es una condición dolorosa que ocurre en los huesos largos de un gato y se caracteriza por cojera y cojera. Esta condición puede ocurrir en cualquier raza de gato, pero es más común en gatos de tamaño mediano a grande y en gatitos que tienen entre 5 y 18 meses de edad.

Esta inflamación puede afectar una o más de las extremidades del gato, lo que hace que caminar sea difícil y doloroso. Con tratamiento, esta inflamación puede entrar en remisión y su gato puede recuperar la función completa y la actividad normal.

Tanto los perros como los gatos pueden desarrollar esta pancreatitis. Si desea obtener más información sobre los efectos de esta enfermedad en los perros, visite esta página.

Síntoma

Una cojera a menudo se identifica como problemas para caminar sobre los antebrazos, debido a un dolor intenso que afecta los huesos. Si bien la osteomielitis es común en las extremidades anteriores, también se encuentra en las extremidades posteriores.

Algunos gatos presentan fiebre, tristeza, pérdida de peso y pérdida del apetito. Además, si la afección no se corrige, algunos animales perderán músculo (atrofia) con el tiempo debido a la subutilización de los músculos.

Razón

En general, aún no se ha encontrado la causa de esta situación. Si bien la cojera puede ocurrir en cualquier raza y edad, es más común en gatos jóvenes. La cojera puede ocurrir sola o en asociación con otros trastornos ortopédicos.

Diagnosticar

El dolor articular puede durar desde unos pocos días hasta unos meses y es de moderado a muy doloroso. Su veterinario realizará un examen físico a su gato para descartar posibles causas distintas de la osteomielitis. También se utilizarán imágenes de rayos X y análisis de sangre para buscar otras afecciones subyacentes. En la mayoría de los casos, la causa del dolor es la osteomielitis y se utilizan medicamentos para aliviar ese dolor.

Tratamiento

En algunos casos, se prescribirán medicamentos antiinflamatorios para ayudar a controlar el dolor y hacer que el perro vuelva a caminar. Los esteroides también ayudan a reducir la inflamación de los huesos.
Limitar las actividades ayudará a aliviar el dolor del gato. Al mismo tiempo, esta restricción de movimiento también le da a su gato tiempo para recuperarse, tiempo para que las articulaciones y huesos sanen, pero esto no ayuda a que el proceso de recuperación sea más rápido.

Su veterinario le recomendará que lleve a su gato a una visita de seguimiento cada 2 a 4 semanas para verificar el progreso en la recuperación y buscar problemas médicos subyacentes más graves que causen el problema.

Cuidar de

Es importante observar y encontrar formas de reducir su nivel general de dolor mediante restricciones de actividad, uso de analgésicos y preocupaciones ambientales. El dolor puede durar solo unos días o meses. En casos raros, este trastorno ortopédico puede desarrollarse incluso después de que el gato sea adulto.

Prevención

Actualmente no existe una medida preventiva para esta enfermedad.