Trastorno por atracón en perros

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Atracones en perros

Cuando un perro anhela más comida, hasta el punto en que parece tener mucha hambre todo el tiempo o la mayor parte del tiempo, la condición se conoce como bulimia.

Esta enfermedad puede ser causada por muchas afecciones diferentes y es importante averiguar si la comida en exceso de su perro se debe a una afección o enfermedad psicológica. Si se debe a un problema psicológico, es probable que el perro haya desarrollado un comportamiento aprendido que podría conducir a la obesidad.

Sin embargo, si la causa subyacente del aumento del consumo de alimentos del perro es una afección médica, observará uno de dos efectos físicos: aumento de peso o pérdida de peso.

El trastorno por atracón se puede encontrar tanto en perros como en gatos. Si quieres saber cómo afecta esta enfermedad a los gatos, visita esta página.

Síntoma

Los síntomas causados por la bulimia incluyen:

  • gordo
  • Aumentar el apetito
  • Aumento o pérdida de peso.
  • Aumento de la sed (borrachera manía)
  • Micción frecuente (poliuria)
  • Incapacidad para absorber adecuadamente los alimentos.

Razón

Si la bulimia está relacionada con algún tipo de problema de comportamiento, la causa puede ser el envejecimiento. En la vejez, algunos perros tienen mucha hambre. También es posible que algún medicamento recetado a su perro sea el motivo de su aumento del apetito y, por tanto, de la bulimia.

Los atracones también pueden ser el resultado de la diabetes en etapa temprana, porque el cuerpo a menudo no puede asimilar el azúcar en sangre durante la diabetes. Los niveles de azúcar en sangre pueden caer como resultado directo de tumores relacionados con la insulina, que pueden haberse desarrollado dentro de su perro, y esto afectará directamente el apetito.

Es posible que el sistema digestivo de su perro se absorba mal, lo que lleva a la pérdida de peso debido a problemas como enfermedad inflamatoria intestinal, deficiencia de insulina o cáncer intestinal. No poder absorber adecuadamente los alimentos puede hacer que su mascota pierda valiosos nutrientes esenciales para una buena salud.

Diagnosticar

Su veterinario realizará un examen físico detallado en su perro y también puede recomendar análisis de sangre, análisis de orina, radiografías, pruebas de órganos y endoscopia.

Al realizar pruebas de bioquímica de órganos, el médico puede evaluar la función de varios órganos importantes, como el hígado y los riñones. Estas pruebas son muy recomendables en su perro, porque también se identificará cualquier trastorno endocrino relacionado con la disfunción de la insulina, si está presente. También se puede detectar un nivel anormalmente bajo de azúcar en sangre, conocido como hipoglucemia, y esto puede estar relacionado con algunas formas de tumores productores de insulina, que pueden afectar la función del páncreas.

Una prueba de componentes sanguíneos le permitirá a su veterinario verificar si hay agentes infecciosos en la sangre y también mostrará si su mascota tiene anemia (niveles bajos de hierro en la sangre) o alguna inflamación en los vasos sanguíneos. Si no se presenta ninguna de las condiciones anteriores, puede indicar que el aumento del apetito se debe a un problema de comportamiento o un problema físico.

Su veterinario puede recomendar un análisis de orina para evaluar si su mascota está perdiendo demasiada proteína a través de la orina. El análisis de orina también revelará infecciones del tracto urinario o infecciones de los órganos involucrados en la excreción, así como azúcar en la orina, que a menudo se observa en la orina de los perros diabéticos.

Es posible que su médico también desee realizar un examen endoscópico, que utiliza un tubo que se pasa a través de la boca hasta la cavidad del estómago (u otro órgano) para tomar una muestra de tejido (biopsia) del estómago y el duodeno (intestino delgado).

Tratamiento

Una vez que la enfermedad se diagnostica correctamente, su veterinario lo ayudará a diseñar un plan de atención, para que pueda controlar el resto del cuidado de su perro en casa.

Las enfermedades que involucran el sistema digestivo pueden responder a cambios en la dieta o medicamentos. Si la bulimia está relacionada con la diabetes, las inyecciones diarias de insulina serán una parte necesaria del tratamiento en el hogar.

Si la bulimia se diagnostica como un problema de comportamiento, se deben tomar medidas para controlar el consumo de alimentos de su perro. Los enfoques efectivos incluyen una dieta alta en fibra con un control estricto de la ingesta de alimentos y la medición de la ingesta de alimentos en porciones más pequeñas durante el día (en lugar de dos o tres comidas grandes) para ayudar a controlar el apetito de su perro de manera efectiva.

Asegúrese de que todos los medicamentos recetados se administren en el momento adecuado y de que su perro reciba el ciclo completo de medicación oral.

Cuidar de

Incluso después de que se trate la enfermedad, debe seguir controlando la ingesta de alimentos de su perro como parte de una dieta y un peso saludables. Su veterinario puede ayudarlo a organizar el plan de vida o la dieta de su perro.

Evitar

Si la bulimia es causada por malos hábitos alimenticios, los síntomas continuos asociados con el trastorno se pueden prevenir ajustando la rutina diaria de alimentación de su perro para que no coma en exceso.

Si la enfermedad es el resultado de fluctuaciones en el cuerpo de su perro, debe mantenerse en contacto con su veterinario, programar citas para verificar el progreso y asegurarse de tener un plan. Cuidado adecuado para facilitar el cuidado del perro en casa