Reacciones a las transfusiones de sangre en gatos

4863

Hay muchas reacciones que pueden ocurrir con cualquier infusión de hemoderivados. En particular, los gatos de raza pura que han recibido previamente transfusiones de sangre tienen un mayor riesgo de sufrir reacciones transfusionales graves que otros animales. La mayoría de las reacciones ocurren durante o poco después de una transfusión de sangre.

Síntomas y clasificación.

Las reacciones a las transfusiones se pueden clasificar en una de las siguientes condiciones: afectación del sistema inmunológico; reacción aguda (reacción inmediata, repentina); o respuesta lenta.

Los síntomas agudos de una reacción a la transfusión pueden incluir fiebre, vomitando, pérdida de fuerza, incontinencia, shock, colapso y pérdida de la eficacia de la transfusión sistémica. Los síntomas de una reacción retardada a menudo no son obvios y solo conducen a una pérdida de la eficacia de la transfusión.

Los síntomas variarán según la causa exacta. La transfusión de sangre contaminada puede provocar fiebre, shock y sepsis, una afección en la que las bacterias que causan enfermedades ingresan al torrente sanguíneo. La sobrecarga circulatoria debido a una transfusión de sangre rápida o excesiva puede provocar vómitos, tos e insuficiencia cardíaca. La hipotermia, que puede ser causada por una transfusión de sangre congelada, a menudo en gatos jóvenes o que ya padecen hipotermia, se detecta fácilmente cuando se producen escalofríos y una función plaquetaria alterada.

Razón

Hay algunas circunstancias que pueden provocar una reacción a la transfusión, como una transfusión de tipo sanguíneo inadecuado; transfusión de sangre contaminada y enfermedades infecciosas transmitidas por sangre de un gato donante que está enfermo; sobrecarga circulatoria debido a una transfusión de sangre demasiado rápida o excesiva; o infusión de glóbulos rojos dañados por un almacenamiento inadecuado (es decir, por estar demasiado caliente o demasiado frío). Además de estas causas, el sistema inmunológico de un gato puede reaccionar a diferentes componentes de la sangre del gato donante. Los síntomas suelen aparecer durante un período de 3 a 14 días.

Diagnosticar

El diagnóstico de una reacción a la transfusión se basa principalmente en los síntomas que aparecen después de una transfusión de sangre. Las pruebas incluyen análisis de orina, reevaluación del tipo de sangre para confirmar el rechazo de la sangre del gato donante y análisis bacteriológico de la sangre transfundida.

Los síntomas de una reacción que produce fiebre o hipotensión (presión arterial baja) también pueden diagnosticarse como enfermedad inflamatoria o pueden ser causados por una enfermedad infecciosa.

Tratamiento

Si su gato reacciona a una transfusión de sangre, su veterinario detendrá inmediatamente la infusión y le administrará líquidos para mantener la presión arterial y la circulación. Dependiendo de la gravedad y la causa de la reacción, es posible que se necesiten intervenciones adicionales. El tratamiento específico se basará en la causa y los síntomas, y también puede requerir medicación. Por ejemplo, se pueden usar antibióticos intravenosos (IV) para la sepsis o la infección bacteriana.

Cuidar de

Los signos vitales básicos del gato (respiración y pulso) deben controlarse antes, durante y después de la transfusión. Además, la temperatura, los sonidos pulmonares y el color del plasma deben controlarse con regularidad.

Evitar

Las reacciones a las transfusiones se pueden prevenir siguiendo las pautas estándar de transfusión de sangre: pruebas exhaustivas de los grupos sanguíneos para garantizar la compatibilidad, el estado de la sangre de los gatos donantes para prevenir infecciones o la transmisión de enfermedades y almacenar adecuadamente la sangre donada. La transfusión inicial debe comenzar a 1 ml por minuto y toda la actividad de la transfusión debe registrarse con precisión en la historia clínica del paciente.