Obstrucción del conducto biliar en perros

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Colestasis en perros

La bilis es un líquido amargo y altamente alcalino secretado por el hígado que cumple funciones importantes en la digestión y la eliminación de productos de desecho del cuerpo. La bilis se forma en el hígado y luego pasa a la vesícula biliar, donde permanece hasta que se digieren los alimentos. Luego se libera en el intestino delgado, los cuales ayudan en la digestión y emulsificación de los alimentos para que el cuerpo los use adecuadamente o se eliminen como desechos.

La colestasis es el término utilizado para describir un bloqueo de los conductos biliares, que impide el flujo normal de bilis desde el hígado al duodeno (parte del intestino delgado). La colestasis puede ocurrir debido a una serie de afecciones preexistentes, que incluyen hígado, vesícula biliar, o páncreas.

Los schnauzer miniatura y los perros pastores de Shetland son propensos a la pancreatitis (inflamación del páncreas) y, de paso, tienen un mayor riesgo de desarrollar colestasis. Esta enfermedad se ve comúnmente en perros de mediana edad y mayores, pero además, se puede encontrar tanto en perros machos como en hembras.

Síntoma

Los síntomas varían según la enfermedad subyacente que la causa. Los siguientes son síntomas asociados con la colestasis:

  • Constantemente cansado
  • Ictericia
  • bulimia (hambriento y comiendo en exceso)
  • Desorden sangrante
  • Perder peso
  • Heces de color pálido
  • Orina anaranjada

Razón

Este síndrome puede estar asociado con varias enfermedades. Las siguientes son algunas de las posibles causas de la colestasis:

  • Enfermedad de cálculos biliares (cálculos biliares / cálculos biliares)
  • Neoplasia: un tumor anormal, que puede ser maligno o benigno.
  • Pancreatitis (inflamación del páncreas)
  • Parásitos destructivos
  • Trauma superficial
  • Efectos secundarios después de una cirugía de abdomen bajo

Diagnosticar

Deberá proporcionar a su veterinario un historial completo de la salud de su perro, la aparición de los síntomas y los factores potenciales que pueden predisponer a esta enfermedad, como un trauma corporal. El perfil que proporcione puede darle a su veterinario pistas sobre qué órgano está causando los síntomas secundarios.
Las pruebas de laboratorio incluirán un hemograma completo, un panel bioquímico y un análisis de orina. Estas pruebas revelarán cualquier anomalía relacionada con la enfermedad subyacente, si existe, y también indicarán anomalías debido a la obstrucción de los conductos biliares.

Algunos perros enfermos presentan anemia y anomalías relacionadas con la obstrucción. El nivel de productos de desecho que se encuentran en la sangre indicará un problema, por ejemplo, niveles altos de bilirrubina en sangre. La bilirrubina es un componente que se elimina de la bilis y los fluidos sanguíneos; un pigmento rojizo que se separa de los glóbulos rojos a medida que se degradan. En un estado normal, la bilirrubina se excreta en la bilis y se excreta del cuerpo como desecho, lo que le da al perro su color distintivo. Debido a un bloqueo del conducto biliar, queda demasiada bilirrubina en la sangre, lo que eventualmente conduce a ictericia. A menudo, un análisis de orina también mostrará niveles altos de bilirrubina en la orina y las muestras de heces serán de color pálido.

Los valores de las enzimas hepáticas pueden estar elevados debido al daño hepático y los trastornos hemorrágicos son comunes con la enfermedad hepática.
A su perro se le extraerán muestras de sangre, que se analizarán mediante pruebas de laboratorio. Se pueden usar radiografías y ecografías del abdomen para examinar el interior del hígado, el páncreas y la vesícula biliar. En algunos casos, cuando las pruebas de laboratorio y otras técnicas no son útiles, se puede utilizar una cirugía exploratoria para hacer un diagnóstico. La cirugía de diagnóstico tiene la ventaja de que puede corregir múltiples problemas simultáneamente, si se encuentran durante el descubrimiento de problemas preexistentes.

Si se descubre que su perro tiene una forma de neoplasia, un tumor anormal que afecta la capacidad de funcionamiento del conducto biliar, su veterinario deberá determinar si el tumor es benigno o canceroso. El tratamiento posterior dependerá de ese resultado.

Tratamiento

Los tratamientos son variados e individualizados, según la causa subyacente y la gravedad de la enfermedad. Si el perro está deshidratado, será tratado con fluidoterapia junto con terapia de apoyo. En el caso de trastornos hemorrágicos debidos a una enfermedad hepática, se debe abordar la causa de la hemorragia antes de realizar la cirugía. Se administrarán antibióticos antes de la cirugía para tratar cualquier infección que tenga el perro. Los enfoques de tratamiento incluyen tratamiento médico, cirugía o ambos.

Cuidar de

El bloqueo de los conductos biliares, si no se trata con prontitud, puede provocar complicaciones graves, que incluyen daños graves en la vesícula biliar y el hígado. Siga las recomendaciones de su veterinario para tratar y prevenir la recurrencia de la enfermedad. Su perro necesitará restricciones dietéticas especiales que, mientras se recupera, le explicará su veterinario. La recuperación depende del tratamiento de la causa subyacente de la obstrucción y de facilitar el flujo de bilis a través de los conductos. El pronóstico generalmente será bueno, siempre que se aborden los problemas anteriores.

Sin embargo, en el caso de la neoplasia, el pronóstico de recuperación es generalmente malo.