La fobia a los rayos es un trastorno de miedo persistente que resulta de tormentas prolongadas o estímulos relacionados con las tormentas. Para tratar esta afección, los veterinarios deben comprender la fisiopatología, ya que el miedo a los rayos está relacionado con la fisiología, las emociones y el comportamiento de un gato.
El miedo a las tormentas eléctricas ocurre tanto en perros como en gatos, pero es más común en los perros. Si desea saber cómo afecta esta afección a los perros, visite esta página.
Síntomas y clasificación.
Los estímulos que causan miedo incluyen: lluvia, truenos, vientos fuertes y posiblemente cambios en la presión barométrica, electricidad estática. Entonces el miedo puede provocar uno de los siguientes signos:
- Camina con cautela
- Jadear
- Temblar
- Ocultar / estar al lado del maestro
- Salivación excesiva (salivación)
- Arruinar muebles
- Llamando demasiado
- Lastimarte a ti mismo
- Defecación incontrolable
La fobia a los rayos también puede afectar varios sistemas corporales de diversas formas:
- Cardiovascular: taquicardia
- Endocrino / metabólico: aumento de los niveles de cortisol, hiperglucemia debido al estrés
- Digestivo: indigestión, trastornos digestivos
- Lesión musculoesquelética: autoinfligida al intentar escapar
- Sistema nervioso: estimulación excesiva del sistema nervioso simpático / parasimpático
- Respiración: respiración rápida
- Piel - dermatitis por acné
Razón
Se desconoce la causa exacta de la agorafobia, pero puede deberse a los siguientes factores:
- Menor exposición a tormentas en los primeros años de vida.
- Los dueños de gatos también tienen mucho miedo a los rayos
- Herencia de la respuesta emocional
Diagnosticar
Para hacer un diagnóstico, su veterinario descartará fobias que tienen respuestas de comportamiento similares, como ansiedad por separación, barrera de frustración y miedo al ruido. Si no pueden ser identificados, realizarán más pruebas para buscar condiciones o anomalías que surjan de los efectos de la claustrofobia.