Infecciones por hongos y candidiasis en gatos

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Candidiasis en gatos

Candida es una levadura que digiere azúcar y forma parte de la flora normal en la boca, nariz, oídos, tracto gastrointestinal y tracto genital de los animales. Aunque es una parte normal del cuerpo, esta es una levadura oportunista y ocasionalmente coloniza o invade tejidos dañados de animales inmunodeprimidos. Si no se controla, la cándida puede crecer de forma anormalmente rápida. La candidiasis es una afección médica que ocurre cuando la cándida crece en exceso en el cuerpo.

Esta enfermedad fúngica puede infectar a gatos de todas las edades y sexos, incluso si los gatos no tienen condiciones predispuestas. La infección puede ocurrir en una determinada parte del cuerpo (localizada) o puede extenderse a todo el cuerpo (sistémica). Esta condición puede hacer que los gatos se sientan extremadamente incómodos.

Síntoma

La presentación de los síntomas de la cándida depende en gran medida del sitio de infección. En el caso de una infección de oído, un síntoma común es sacudirse y rascarse la cabeza constantemente. Si Candida está presente en la cavidad oral, generalmente habrá una cantidad anormal de baba. Si ocurre en la vejiga urinaria, el gato puede tener cistitis. La inflamación alrededor de los sitios de inserción de la sonda intravenosa (IV) y nasogástrica, irritación de la piel y llagas cutáneas abiertas (lesiones ulcerativas) y fiebre asociada también son signos comunes. Variante de candidiasis.

Razón

Existen muchas causas y factores de riesgo para la candidiasis. Los gatos con traumatismos en la piel, quemaduras o tejido muerto e inflamado (dermatitis necrótica) tienen un mayor riesgo. Lo mismo puede suceder en gatos con neutropenia, infecciones virales (parvovirus), virus de la leucemia felina (FeLV) o virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). Las condiciones médicas preexistentes que pueden predisponer a la presencia de Candida son diabetes, retención urinaria debido al estrechamiento del tubo ureteral (típicamente después de una uretrostomía, apertura artificial de la uretra a través del perineo para permitir el drenaje del agua y el paso de la orina). Las condiciones que requieren cateterismo interno también pueden aumentar el riesgo de que los animales contraigan candidiasis.

Diagnosticar

Los procedimientos de diagnóstico para la candidiasis se pueden realizar de varias formas. En caso de lesión, se realizará una biopsia para confirmar o extirpar el tejido enfermo. Los resultados de la biopsia determinarán si la levadura ha penetrado en los tejidos afectados. También se tomará una muestra de orina. La presencia de Candida en la orina y una infección bacteriana concurrente en el tracto urinario es indicativa de candidiasis. El análisis de orina también revelará formas de levadura, o grupos, de factores miceliales. Si tiene fiebre, se cultivarán las puntas de los catéteres para detectar bacterias y hongos. Los tejidos infectados suelen contener una masa blanca parecida al queso. Las pruebas encontrarán grandes cantidades de hongos en los tejidos inflamados donde está presente la candidiasis.

Tratamiento

El tratamiento de la candidiasis implica mejorar y fortalecer el sistema inmunológico. En el caso de la diabetes, también es importante tratar las complicaciones de la enfermedad y controlar el hiperadrenocorticismo. Si el gato tiene catéteres en el interior, se deben quitar. Los medicamentos que se usan comúnmente para tratar la candidiasis se aplican a la piel u otras áreas afectadas.

Cuidar de

Una vez que los síntomas de la candidiasis hayan desaparecido, es mejor continuar con el tratamiento durante otras dos semanas. Luego, se debe realizar un nuevo cultivo de las áreas infectadas para determinar si la afección se ha resuelto. Debido a que la candidiasis a menudo es causada por una afección preexistente, como la diabetes, estas afecciones deben controlarse.

Evitar

Actualmente no existe una medida preventiva para esta enfermedad.