Hipotermia en gatos

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Hipotermia en gatos

La hipotermia es una condición caracterizada por una temperatura corporal anormalmente baja. Hay tres etapas: leve, moderada, severa. La hipotermia leve se clasifica como una temperatura corporal de 90 a 99 ° F (o 32 a 35 ° C), hipotermia moderada a 82 a 90 ° F (28 a 32 ° C) y la hipotermia grave es cualquier temperatura por debajo de 82 ° F ( 28 ° C). La hipotermia ocurre cuando el cuerpo de un animal no puede mantener su temperatura normal causando síntomas de depresión en el sistema nervioso central (SNC). También puede afectar la función cardíaca y el flujo sanguíneo (cardiovascular), respiratorio (respiratorio) y el sistema inmunológico. Pueden ocurrir ritmos cardíacos anormales, dificultad para respirar y pérdida del conocimiento hasta el punto de coma.

Síntomas y formas de enfermedad.

Los siguientes son síntomas de hipotermia que varían según la gravedad. La hipotermia leve hará que el gato se debilite, se estremezca y pierda el estado de alerta mental. La hipotermia moderada muestra características como rigidez muscular, hipotensión, casi coma y respiración lenta y ligera. La hipotermia grave se caracteriza por pupilas dilatadas e inmóviles, frecuencia cardíaca casi inaudible, disnea y coma.

Razón

La hipotermia generalmente ocurre en climas fríos, sin embargo, los gatos recién nacidos pueden desarrollar hipotermia incluso a temperaturas ambientales normales. Las razas pequeñas y los gatos pequeños, que son más susceptibles a la hipotermia superficial rápida, tienen un mayor riesgo de hipotermia que los gatos de varios años. Los animales que están bajo anestesia también tienen un mayor riesgo de hipotermia.

Otros factores que pueden aumentar el riesgo de la enfermedad son la actividad en el hipotálamo, el área del cerebro que regula el apetito y la temperatura corporal, o hipotiroidismo, una afección caracterizada por niveles bajos de la hormona tiroides en el cuerpo.

Diagnosticar

Si sospecha que su gato padece hipotermia, tómele la temperatura con un termómetro o, en caso de enfermedad grave, con un transductor de ultrasonido rectal o esofágico. También se controlarán las anomalías con la respiración y la frecuencia cardíaca. Un electrocardiograma (ECG), que registra la actividad eléctrica del corazón, puede determinar la condición cardiovascular de un gato.

Los análisis de orina y sangre se utilizan a menudo para diagnosticar la causa cuando el gato está hipotérmico y se paraliza y no responde. Estas pruebas a veces muestran niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia), trastornos metabólicos, enfermedades cardíacas o porque el gato está bajo anestesia o sedación.

Tratamiento

La hipotermia debe tratarse de manera agresiva hasta que la temperatura corporal vuelva a la normalidad. El movimiento debe limitarse para evitar una mayor pérdida de calor, latidos cardíacos irregulares potencialmente fatales (debido a arritmias) mientras se calienta al gato. Durante el período de tratamiento para calentar la temperatura corporal, es necesario conocer cuál es la hipotermia inicial del cuerpo, para poder hacer ajustes razonables cuando hay una diferencia entre la sangre caliente en el interior y la temperatura exterior del cuerpo es más baja.

La hipotermia leve se puede tratar de forma pasiva con mantas para evitar la pérdida de calor. La hipotermia moderada requiere un apoyo de calentamiento adicional de un agente externo, incluido el uso de fuentes de calor externas, como calor radiante o almohadillas térmicas, para que su gato pueda calentarse desde el interior. Debe haber un núcleo protector entre la piel del gato y la fuente de calor para evitar quemaduras. Para la hipotermia severa, es necesario un recalentamiento interno, como el uso de agua tibia y líquidos por vía intravenosa (IV).

Además, existen tratamientos más esenciales, especialmente cuando el gato tiene hipotermia severa, incluido el soporte respiratorio: usar una máscara de oxígeno, trabajar con las venas para regular el flujo sanguíneo. Cualquier líquido utilizado debe calentarse primero para evitar la pérdida de calor.

Cuidar de

Durante el tratamiento, se deben controlar de cerca la temperatura corporal, la presión arterial y la frecuencia cardíaca del gato. Además, cuando hace frío, es necesario comprobar si tienen congelación porque eso también es de alto riesgo.

Evitar

La hipotermia se puede prevenir evitando la exposición y permaneciendo en ambientes fríos durante largos períodos de tiempo. Esto es importante para los gatos que son propensos a esta condición. Los factores que aumentan el riesgo de hipotermia de un animal incluyen: descendencia muy joven o vieja, grasa corporal baja, encefalopatía hipotalámica o hipotiroidismo, debido a anestesia o cirugía previa.

Los gatos que están enfermos o los gatos recién nacidos con niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia) tienen riesgo de hipotermia incluso en un entorno normal. Se necesitan cuidados a largo plazo, como la incubación, para mantener estable la temperatura corporal. La prevención de la hipotermia en animales bajo anestesia requiere mantenerlos calientes con mantas, monitoreando su temperatura corporal después de la cirugía.