Cáncer de páncreas (glucagonoma de páncreas) en perros

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Tumores de glucagón pancreático en perros

El tumor de glucagón pancreático se refiere a una neoplasia poco común (crecimiento anormal de células) de las células alfa de los islotes, que secretan la hormona glucagón, una hormona involucrada en el metabolismo de los carbohidratos. Muchas células diferentes producen diferentes hormonas, como la insulina (una hormona muy involucrada en el metabolismo) y la hormona gastrina (una hormona que estimula la producción de ácido gástrico en el estómago). El exceso de glucagón circulante en el cuerpo puede provocar una serie de reacciones, incluida una mayor descomposición de proteínas en aminoácidos (catabolismo de proteínas) y una mayor descomposición de la grasa almacenada en las células grasas (lipólisis).

Los tumores de glucagón pancreático son neoplasias extremadamente raras. Es poco común en perros y, si está presente, es más común en perros mayores. No se han encontrado casos de tumores pancreáticos de glucagón en gatos.

Síntoma

Los síntomas comunes de los tumores pancreáticos de glucagón que se han informado tanto en humanos como en perros son dermatitis característica o anomalías cutáneas. Las lesiones cutáneas incluyen la aparición de costras o descamación de las membranas mucosas alrededor de la cara (por ejemplo, la membrana mucosa de la nariz) y los genitales externos. Las lesiones también pueden aparecer en las plantas de los pies y también en las extremidades. A menudo, las plantas de los pies se ven afectadas y son muy dolorosas.

Los síntomas cutáneos característicos asociados con los tumores pancreáticos de glucagón también se encuentran en pacientes con enfermedad hepática o deficiencia de aminoácidos, que es típica de aminoácidos sanguíneos anormalmente bajos.

Otros síntomas de los tumores pancreáticos de glucagón incluyen lentitud, diarrea, pérdida de peso y pérdida del autocontrol. Las infecciones secundarias por levaduras también son comorbilidades comunes.

Razón

Los tumores de glucagón pancreático se pueden encontrar en el síndrome de neoplasia endocrina múltiple, un trastorno hereditario que afecta las glándulas endocrinas, que liberan hormonas al torrente sanguíneo. Se han notificado en perros tumores pancreáticos de glucagón único (formación de masa neoplásica en el páncreas), junto con metástasis de cáncer en el hígado.

Diagnosticar

Se realizarán una serie de pruebas para hacer un diagnóstico de tumores pancreáticos de glucagón en perros. Estos incluyen: análisis de orina, análisis de sangre (pruebas de niveles de aminoácidos, glucagón y zinc) y ultrasonido que puede ayudar a detectar tumores anormales.
Finalmente, examine el tejido mediante biopsia y tinción química para detectar la presencia de tumores pancreáticos de glucagón. También se recomienda realizar pruebas para detectar la presencia de hormonas pancreáticas y gastrointestinales al realizar este procedimiento de tinción.

Tratamiento

El tratamiento quirúrgico para extirpar la neoplasia (tumor - sobrecrecimiento anormal de células) es la única opción que se ofrece para curar esta afección. Sin embargo, este método puede ser peligroso porque se informa que la tasa de mortalidad de los perros después de la cirugía es alta. Además, el síndrome del glucagón páncreas, junto con la tromboembolia (un coágulo de sangre que se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo y se acumula en un vaso sanguíneo), puede ocurrir después de la cirugía.

Deficiencia de aminoácidos: los tumores pancreáticos de glucagón pueden presentar niveles sanguíneos anormalmente bajos de aminoácidos. Una dieta rica en proteínas y claras de huevo puede ayudar a abordar los efectos de la deficiencia de aminoácidos y así reducir las afecciones relacionadas con la piel. Los suplementos de zinc y ácidos grasos también pueden ayudar a reducir los síntomas de la piel.

Se pueden recetar medicamentos, como medicamentos contra la levadura o antibióticos, para tratar la levadura secundaria u otras infecciones que pueden desarrollarse con glucanomas.

Cuidar de

Después del tratamiento inicial, el veterinario deberá controlar regularmente el estado de la sangre del animal afectado y se debe realizar una ecografía para controlar la metástasis (las células enfermas se diseminan a los órganos), otras partes del cuerpo / órganos).